Imagen de un 4 de diciembre, en una imagen de archivo.
Imagen de un 4 de diciembre, en una imagen de archivo.

El titular no es erróneo. ¿Para qué? El cambio ha llegado a nuestra tierra. Ahora todos los medios de comunicación señalan que es el momento de pensar en elefantes. Y no, no porque aquel ciudadano tan campechano haya vuelto a la caza. Es el momento de los elefantes porque en cada pisada son capaces de marcar el terreno. Pero no solo en casa pisada.

Cuando mueven su larga trompa, medios de comunicación de todo el país se mueven a su compás. ¿Cuántos titulares, opiniones… se han dedicado a comentar el ¿87%?, ¿97%?, ¿0,01%? de denuncias falsas en materia de violencia de género?, ¿y cuántos se han dedicado a comentar esos “chiringuitos feministas difusores de la ideología de género”?

Si lo que ejercitan es la voz, su eco llega a todos los rincones de Andalucía y España. Incluso a las regiones donde la red ferroviaria es un sueño. ¿Cuántos inmigrantes ilegales hay que deportar? Imagino que el 90% de los lectores conocerán la respuesta correcta según los elefantes (lo fácil que es inventar cifras, ¿eh?)

Por último, no podemos dejar a un lado sus grandes orejas. Aunque su entrenada sordera sea proporcional a su enorme tamaño. Son capaces de oír los anhelos de aquellos a los que aún no han llegado esos macabros algoritmos, pero por mucho que rebatas sus ingeniosas cifras al día siguiente volverán a ellas, convirtiendo la agenda política en día tras día en el día del elefante.

Sí, hemos narrado la adaptación de una de las obras cumbres de la comunicación política, No pienses en un elefante, al escenario político andaluz. Hay diferencias entre el modelo bipartidista estadounidense y el multipartidista andaluz de esta legislatura, por eso es aún más sorprendente la capacidad de los 12 elefantes para marcar día tras día los pasos de más de 8 millones de andaluces. Marcar, la palabra clave del juego. En el deporte y en la política. Y es de enmarcar el manejo del marco realizado durante estas semanas por los elefantes.

¿Alguien sabe las propuestas del documento de Adelante Andalucía redactado hace unos días? Es probable que un medio progresista haya más lectores que conozcan el cambio del Día de Andalucía al 2 de enero o la derogación de la Ley contra la Violencia de Género que la creación de una banca pública. Imaginaos lo que habrá llegado al conjunto de la población.

Pero no todo está perdido. Las mujeres, ante las acusaciones vertidas por los elefantes, no han salido a decir “no somos unas chorizas”, como hiciera el presidente Nixon en los años 70. Saldrán a las calles a defender sus derechos. Respecto a la izquierda, las confluencias municipalistas pueden deparar luces entre aquellos que recuerden que el “antifascismo” implica aceptar el marco del “fascismo”. Quizás abogar por una identidad dual y múltiple sea la manera de salir del marco ‘elefantiano’.

Respecto al titular y el inicio de este artículo, díselo a familiares, amigos, medios de comunicación y a Susana Díaz. Puede que así algunos de ellos empiecen a pensar en Andalucía. Porque mientras medios de comunicación de cualquier corte e ideología se dediquen a hablar de las irrisorias pisadas de los elefantes, nadie hablará de las cifras de desempleo, de la brutal abstención, del miedo al futuro de jóvenes y no tan jóvenes. Nadie pensará en Andalucía.

 

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