Una y otra vez se repite: tres imbéciles deciden que han diseñado un sistema por el cual se harán ricos robando a todo el mundo y con la petulancia de que nadie los descubrirá. Ya lo pensaron varios en el PSOE, empezando por el hermanísimo sevillano de Guerra y terminando por estos tres últimos que no se si merecen, siquiera, ser nombrados. Lo pensaron muchísimos en el PP, partido que recibió incluso sentencia como partido por razón de la corrupción.
Una vez más se entonarán los cánticos de todos son iguales, cosa que solo sirve para quitarle culpa a “los nuestros” e insistir en la grandísima estupidez de que la condición humana es así: ¿Se han fijado en cuántas personas honradas hay en este mundo para seguir afirmado que es condición humana ser un ladrón? ¿Se han dado cuenta de que afirmar que robar sería condición humana banaliza el robo de los ladrones? Realmente, si consideramos que lo humano, lo genuinamente humano, es la condición social del ser humano, los ladrones del dinero común tienen algo de deshumano.
Gente metida en política para medrar, para compensar sus carencias y hacerlo gracias al poder que se les encomienda en representación y por tiempo limitado. Los dos grandes partidos se antojan, además, lugares relativamente insanos, enormes maquinarias destinadas a ganar elecciones y sobre todo pobladas de políticos profesionales. ¿Puede ser el bien común una profesión a tiempo completo?
Vuelven a resucitar, en los comentarios, la supuesta superioridad moral de la izquierda y los comentaristas de izquierdas hacen autocrítica ¿Cómo si los actuales acusados de robar fueran de “los suyos”? ¿De dónde surge la idea de que esos tres fueran de izquierdas? ¿Qué el PSOE mismo sea de izquierdas? Yo propongo que diferenciemos y consideremos al PSOE un partido bisagra de centro: para determinas cosas conservador liberal y para determinadas otras social liberal, ¿qué les parece? A los hechos me remito y no a las grandes palabras: monarquía, Iglesia-Estado, educación, salud, medidas de interior y policía, jornada laboral, etc. El matrimonio igualitario lo autorizó incluso la Merkel con su Unión Cristiano Demócrata, así como ese mismo partido hace como que no existiera, veremos, la ley que permite o tolera el aborto y las píldoras abortivas. El divorcio, en España, lo legalizaron los liberales conservadores, no el PSOE. Actualicemos, por favor, qué cosa es la izquierda y ser de izquierdas, al menos a este lado de Europa.
La cantidad de robadores de dinero público y otras corruptelas no es a partes iguales entre los dos partidos del turno, PP-PSOE. Busquen en las hemerotecas y descubrirán quién se cansa de robar y luego se hace de nuevas y usa la corrupción del otro para ganar las elecciones. Es importante distinguir y tener claro, también, quién roba más y más sistemáticamente. Lo mismo que es fundamental expulsar de cerca de la caja a quien se descubrió en las manos con lo que no era suyo; cuando se lo descubrió. Y comprueben quiénes son los políticos acusados de ladronerío que siguen en sus cargos y a los que no se les mueve el flequillo, ni a sus jefes. Ni para robar son todos iguales. Aunque el número actual de corrupciones en el PSOE resulta del todo inaceptable y parece sistemática y sistémica, en realidad como en el PP también, a tenor de todas sus causas judiciales. No estoy banalizando la corrupción del PSOE, ni trato de empequeñecerla. Intento explicarme y comprender más allá de las banderías políticas y de las carreras electorales.
Pero claro, una grandísima parte de la sociedad vive romantizando a “los suyos”, en lugar de comprender que ninguno de los tres partidos con graves sospechas o condenas merece el voto; que donde no hay corrupción probada es solo en las izquierdas. Pero hasta ahí podíamos llegar, votar a la izquierda parece que esté prohibido, y salen con el refranillo de que si las izquierdas no tienen corrupción es porque no tienen cerca el cajón. Bueno, Podemos tuvo ministerios y no se les puede acusar de nada. Sumar, Izquierda Unida, etc., tuvieron y tienen ministerios y no de les puede acusar de nada.
El grave problema, en la actual coyuntura, es que las acusaciones de corrupción contra tres sujetos pueden voltear al actual Gobierno de coalición de orientación social, de justicia social y defensor de la libertad, la diversidad y la igualdad. Estos tres sujetos pueden ser responsables de la llegada de la ultraderecha al Gobierno de España y sus presuntas ladronerías no quedan en el dinero presuntamente robado y alcanzarían a millones de españoles haciendo su vida cotidiana mucho peor.
Las hinchadas de cada uno de los tres partidos pretenden que “los suyos”, solo por serlo, son seres inmaculados; cuando descubren que no lo son, algunos se lavan las manos y su conciencia con su abstención en las urnas, indignados ante la sorpresa, en lugar de votar a quienes sí son limpios. A mí nada me sorprende ya, pero muchas cosas me cansan.
