Elecciones municipales 2015
Elecciones municipales 2015

Hace unos días recibí en mi casa una notificación por la que se me nombra miembro de una mesa electoral para las elecciones generales del 26 de Junio de 2016, en calidad de suplente del presidente, de la mesa del IES Fernando Quiñones de Jerez de la Frontera, teniendo que acudir obligatoriamente a las ocho de la mañana de ese día bajo amenaza de que, en caso de no concurrir, incurriré en pena de privación de libertad de 14 a 30 días y multa de dos a diez meses.

Ésta es la tercera ocasión en la que se me obliga a formar parte de una mesa electoral. En el 2004 fui nombrado presidente de otra mesa, a la que acudí con una camiseta de protesta en la que rezaba el texto: “En democracia, estoy aquí en contra de mi voluntad y bajo amenaza de cárcel. CNT”. Ese día fui detenido, y sometido posteriormente a un proceso judicial que acabó con una condena de multa. En el 2007 fui designado también como suplente del primer vocal de la mesa del IES Fernando Quiñones y entregué una declaración de objeción de conciencia ante ese requerimiento.

Mediante la presente carta hago objeción de conciencia ante esta orden. Mi conciencia e ideología se ven violentadas con el hecho de tener que colaborar con un sistema electoral y un modelo político con el que estoy en profundo desacuerdo. Esta democracia representativa, burguesa y meramente formal, deja la capacidad de decisión en manos de una élite, la clase política, que ostenta el poder a espaldas de la ciudadanía, ostenta privilegios y se lucra en connivencia con el capital. Mis supuestos representantes no son más que usurpadores de la soberanía popular, a la que dicen responder mediante una farsa electoral que se escenifica una vez cada cuatro años. En nombre del pueblo, los gestores del Estado administran las leyes en beneficios de unos pocos, impiden la capacidad de autogestión de los grupos oprimidos y malgastan el dinero público en beneficios privados y fines inmorales, como el gasto militar o la represión a la inmigración.

Entiendo que el mío no es un caso particular, sino que es un claro precedente de futuros conflictos que se darán entre la gente sin poder y el Estado, que coacciona para que se “colabore” con su falsa democracia. Un Estado que permite el no ejercicio del voto, pero que no da opción a no comparecer en las mesas electorales, en un claro gesto de coacción legal para que no se caiga todo su sistema de legitimación política, como se percibe en los elevados niveles de abstención y de voto en blanco en distintas convocatorias. Podía haberme buscado una excusa para no comparecer el día 26, pero entiendo que no es una vía acertada la del engaño para salir personalmente indemne. Creo que es necesario afrontar con honestidad la situación y dejar claro que mi voluntad, guiada por mi libertad de conciencia, es la de no concurrir a la mesa. Deseo que esta declaración sea entendida correctamente, que mi intención no es la de causar trastorno al electorado ese día, y sí abrir una vía legal que nos permita a las minorías disidentes no colaborar con un sistema que consideramos injusto. La desobediencia civil es un camino de lucha no violenta que pretende sacudir las conciencias y las leyes, camino que ya iniciara Mohandas Gandhi en 1906; ésa es la opción que estoy tomando en este acto.

Atentamente, Francisco José Cuevas Noa.

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