Horeca ha recordado a los bares, pubs, discotecas, etc que pueden hacer zambombas cuando quieran, incluido el 15 de agosto. Es normal, cada uno en su casa hace lo que le parece, siempre que no moleste a los demás.
La patronal del sector lo que ha querido es dejar claro a sus asociados (o no) más despistados es que durante la temporada de zambombas siguen siendo propietarios de sus negocios, y que con no sacar el jaleo a la vía pública y ceñirse (más o menos) al horario permitido, se pueden sustituir los habituales sonidos de electro-latino y flamenquito que dan glamour a sus locales para cantar libremente las andanzas de todo tipo de marineros, chicas ‘enfermitas’ y ríos psicodélicos.
Este mismo fin de semana habrá ya las primeras zambombas (o ‘zambombás’, eso nunca se sabe). Y el siguiente más, pese a que al Ayuntamiento le hubiera gustado que las primeras zambombas comenzaran el otro, el fin de semana del sábado 1 de diciembre (aquí el Ayuntamiento coincide con mi madre, totalmente en contra de cualquier manifestación navideña en noviembre).
Eso es lo que recoge la ordenanza -la que permite hacer ruido en la calle- que regula este Bien de Interés Cultural (BIC), pero claro, los hosteleros echan sus cuentas y piensan que siempre se puede estrujar un poco más la ‘vaca’ en que se ha convertido lo que podríamos llamar la ‘temporada’ de zambombas, temporada altísima desde años para la hostelería jerezana.
Coda: ¿Y las letrinas en el centro pa cuándo? (El año pasado iba a haber y al final lo que hubo fue el habitual uso indebido de la callejuela lateral…)