El PP se pasa al 'Hey ho, let's go' de los Ramones (salvo el de Jerez)

Mientras Feijóo sorprende a todo el mundo (incluso para mal) yendo al cuerpo a cuerpo contra Sánchez, las huestes de Pelayo no dan la talla con el problema del transporte urbano en Jerez

Imágenes de la semana pasada, con el personal todavía pagando en buses urbanos de Jerez.
12 de julio de 2025 a las 07:10h

Claro, el PP puso en su congreso nacional el ‘Hey ho, let’s go’ de los Ramones y se vino arriba. Este cronista lo vio el pasado fin de semana y tenía claro que ahí había un artículo, pero ya había mandado el día anterior el que tocaba, tampoco estaba en su casa… lo normal de un fin de semana estival. De todas formas, de la observancia de la evolución del partido en distintos ámbitos finalmente sale un artículo más amplio –y complejo– que echarse un par de risas con el ‘Hey ho’ sonando en la megafonía popular, un artículo en el que se hubiera bromeado con el paso adelante punk del PP para luego aclarar que, desde luego, en el plano político, los chicos del neoyorkino distrito de Queens tampoco fueron precisamente los Clash, vaya, que según cada cual, o pasaban de la política o les iba el Partido Republicano.

Total, que arranca el artículo que es y dejamos atrás el que pudo ser y del que los lectores y lectoras han ‘disfrutado’ de dos pinceladas. Les quería comentar que andar por ahí gritando el estribillo de una de las principales canciones de los Ramones, Blitzkrieg Bop, tiene efectos vamos a decir secundarios, que no tienen por qué ser perniciosos, todo hay que decirlo, pero es una canción, sobre todo en directo, que no te deja indiferente: o la metes en tu vida o lo mejor que puedes hacer es cambiar de emisora, disco o lista del Spotify. Hemos dicho que esa canción “la metes en tu vida”... pero en realidad no es así. Esa canción es de las que “se meten en tu vida” y eres tú el que tiene que sacarla… o no, pero siempre teniendo claro que va a tener consecuencias.

Ya digo que esta ha sido la semana del ‘Hey ho, let’s go’ para las huestes de Génova. Además del subidón popular en su congreso, como si tuvieran formar gobierno ya al alcance de la mano, lo demostró días después Núñez Feijóo estando casi brillante en su intervención en el debate sobre corrupción del Congreso. ¿Por qué? Es muy fácil de comprender: porque se levantó con el invencible ‘Hey ho, let’s go’. Allá va otra: ¿por qué el siempre ponderado y levemente tibio líder del PP se vino arriba y fue a por Pedro Sánchez por el tema de las saunas, algo que había mantenido al margen de sus críticas hasta ahora? Porque el grito de guerra de los Ramones todavía resonaba en su cabeza, sencillamente por eso.

Mientras todos los tertulianos (e incluso los contertulios) de los medios de comunicación siguen buscando claves y pistas sobre el arrojo o la desvergüenza, que hay opiniones de todo tipo, de Núñez Feijóo al sacar lo del negocio de prostitución en las saunas del suegro de Sánchez, este cronista lo tiene clarísimo: el líder del PP tiene el ‘Hey ho, let’s go’ todavía revoloteando en su cabeza. Simple, ¿verdad? Por supuesto, en la ecuación interviene que esté harto de que le saquen a relucir continuamente su foto con un narco en un yate, pero fue estribillo de los Ramones el que definitivamente le dio la fuerza para sacarlo de una vez: el punk como laxante, digamos. 

Veremos a ver qué ocurre en los próximos días, porque esto de las saunas, aunque es algo que casi todo el mundo sabía desde hace cosa de tres o cuatro años, abre, sin duda, un nuevo frente bélico entre ‘el amigo del narco’, para unos, y ‘el yerno del saunero, para los otros, que, en fin...

Pero bueno, este artículo afronta su recta final y no hemos hablado aún de Jerez de la Fra, algo casi obligatorio en cualquier Marca ACME que se precie. Con toda seguridad, una de las peores semanas del PP en los dos años que lleva en el gobierno municipal (pese a que al cierre de este artículo ha salvado levemente los muebles con el visto bueno de Hacienda a que haya presupuesto). Hablamos de la crisis del transporte urbano, claro está, un problema cuyo alcance (no solo ciudadano, sino también político) se ha medido tarde y mal por el gobierno de Pelayo. Ni culpar al PSOE del estado de la flota ni poner el ¿servicio? gratuito cuela. El horario reducido ni siquiera está funcionando, la gente aplaude cuando llegan los autobuses… esto es un descrédito absoluto para la ciudad que ni las palabras coloquiales de la alcaldesa Pelayo –el famoso ‘churrete’– ni las grandilocuentes “hemos priorizado salvar vidas” vienen a aliviar lo más mínimo. Alguien se ha pasado de frenada (perdón por la broma, impropia de esta sección), había plena conciencia del estado de la flota de autobuses (el churrete) y se han priorizado otras cosas que podían perfectamente esperar, hasta que el tema le ha estallado al gobierno municipal.

Por resumir, mientras el PP nacional se pasa a los Ramones y sale pensando en sus comparecencias en el ‘Hey ho, let’s go’, el gobierno municipal de Jerez parece que sigue anclado en el ‘tirí, tirí, tiriri rirí’…