Fue el empresario del entretenimiento P. T. Barnum el primero en programar un espectáculo circense de tres pistas, El mayor espectáculo del mundo, tal y cómo se vendió en su momento —a finales del siglo XIX— este antecedente directo del Circo Ringling. Ahora, la alcaldesa M. C. Sánchez ha sido también la primera en programar una Navidad en tres pistas, El mayor espectáculo de Jerez, sin duda, todo un hito que, a buen seguro, nada tiene que ver con que haya elecciones municipales dentro de menos de seis meses.
Pues son tres pistas, tres plazas, tres posibilidades en el centro. La del Arenal —y su árbol navideño y su pista de patinaje— compartirá este año su tradicional (me encanta usar esta palabra en estas ‘fechas tan señaladas’) protagonismo con, probablemente, las dos actuaciones urbanísticas más vistosas del mandato socialista del 5+1+1: la plaza de las Angustias y la de Belén, debidamente remodeladas, ganadas para el peatón… y ahora para las Zambombas, para que vea estos días que chulas han quedado hasta el ciudadano más despistado.
Las Angustias contará con un árbol navideño confeccionado a partir de botellas (no sabemos si se trata del que ya estuvo en el Arenal en anteriores ediciones), mientras que Belén tiene ya instalada una esfera muy chuli de 12 metros de altura. Este cronista vio algo parecido hace unos años en una discoteca de Ibiza, en Space, esferas de las que al abrirse se descolgaban unas chavalas, digamos, imponentes.
No parece que vaya a ser el caso, claro, no es el concepto, pero sí se anuncia un espectáculo de luz y música electrónica… digo de villancicos, perdón, de villancicos, que al final me lío. Después de años cerrada tras el fiasco de la Ciudad del Flamenco, la plaza Belén se ha convertido en todo un espacio multidisciplinar, con su miniauditorio, su pequeña waterfall, su delicada arboleda… y ahora su espectacular bola con decenas de miles de puntos de luz. A ver quién da más.
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