Donuts, en una imagen de archivo.
Donuts, en una imagen de archivo.

Los agujeros negros son uno de los objetos más enigmáticos y fascinante de la cosmología contemporánea. Producto de la implosión de una estrella  gigante, el agujero negro tiene un potencial atractor enorme y arrastra a otros objetos a su interior. Una vez traspasado sus límites el objeto desaparece y la información que contiene también. Pues eso es Madrid, un agujero negro  para el territorio español. Un agujero negro producto de la implosión de un imperio y del intento terminal de reconstrucción en el colonialismo africanista y el franquismo del siglo XX.

La España vacía esta vaciada, en gran parte, por el agujero negro de Madrid. Los nacionalismo periféricos no son sino el intento desesperado de evitar se atrapado por el agujero negro. Madrid es la mayor fábrica de  nacionalistas  de Europa. Como buen agujero negro Madrid es pura entropía y alta densidad. Pero esto no es óbice para que emita un tipo de radiación, la radiación de Hawking, que irradia entropía en su entorno. No es casual que el nacionalismo periférico crezca y se torne cada vez más entrópico, véase el catalanismo, cuanto más cerca está de este tipo de radiación (la recentralización que han descarrilado los gobiernos de Aznar y Rajoy).

La complejidad tecnológica del sistema productivo madrileño es extremadamente pobre. Todo se basa en una sola tecnología: la imprenta. El BOE es el principal producto de Madrid. En realidad es un monocultivo político.Valencia cítricos, Andalucía aceite, Castilla cereales y Madrid decretos, ministros, jueces. La producción agrícola y ganadera de Madrid se limita a la “mala leche” que irradian sus periódicos, emisoras y televisiones. Madrid no genera un solo Kw pero consume  más que nadie  y tiene la huella ecológica per capita más alta  del Estado español. No le falta razón  a la lumbrera de Isabel Ayuso cuando dijo que una  de la señas de identidad de Madrid eran los atascos, o sea la entropía del agujero negro.

Perturbados por las radiaciones de Hawking que vienen de Madrid, creen los nacionalistas catalanes que su  problema es España y se  confunden, y nos confunden gravemente a todos; el problema no es España, el  problema es Madrid. La España real, la mayoría de las que tienen DNI y pasaporte español, no se reconocen en ese agujero negro y pelean consciente o inconscientemente, para no ser engullidos por el agujero negro. La mayoría de los madrileños y madrileñas también. Cuando yo vivía en Madrid, finales de los años setenta, había una pintada en Vallecas que decía Madrid me mata, luego fue un lema. Ciertamente Madrid también mata a los madrileños. O El agujero negro da paso a la España donut (mucho aire en el centro) o el agujero negro acaba  con España. Y eso lo digo yo que soy diabético y no puedo comer donuts.

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