Leer nos conduce al paraíso

Los robots para adultos mayores son una creciente área de la robótica de asistencia que da compañía y apoyo físico

Un robot leyendo un libro.
27 de octubre de 2025 a las 11:05h

La afición a la lectura creo que es uno de los anclajes fuertes donde poder sujetarnos también, en los momentos de tormenta

Es uno de los refugios donde poder entrar.

Yo escribí poesía y comencé a frecuentar ambientes literarios en circunstancias difíciles. Alimenté mi alma herida con bálsamos de poesía mientras llegaba mi verano…

Estaban escritos de manos femeninas principalmente y me hicieron despertar dichosa a la vida que continuaba, a pesar de atravesar etapas duras de mujer y madre.

Sobre todo leía poetas, antecesoras que tuvieron tardío amanecer. Liberaban mi esperanza.

Leí también a poetas masculinos que amaban la libertad, la naturaleza y la paz. Respetaban el amor.

Leer las Escrituras me ayudó a reconocer mis errores, aliviaron mi tristeza y me ayudaron a buscar el camino.

Te puedes sentir menos sola con la compañía de un libro, y las tertulias o clubs de lectura son terapias importantes para la soledad no buscada.

La soledad no escogida de algunas personas mayores, a las cuales he preguntado, dicen sentirse más acompañadas y mejor gracias a las tecnologías, sobre todo las más fáciles “para nosotros” como el WhatsApp y las videollamadas con el teléfono móvil.

Contactamos al instante con los familiares que viven lejos de nosotros por diferentes causas.

Actualmente, tenemos mucho avance tecnológico y es una puerta cada vez más grande que no sabemos hasta donde llegará.

Ya existen robots en muchas áreas del mercado que facilitan las tares de reparto y clasificación. Yo misma tuve una patente para almacén de zapatos y textil, pero que ante la amenaza de un gigante del sector opté por desistir para evitar pleitos.

La robótica es de gran aporte en la medicina y en la cirugía logra precisión. Esta es la parte positiva.

Sin embargo, es precisamente en este momento de máxima conexión cuando más jóvenes dicen sentirse solos. En 15 años su número se ha duplicado.

Podemos relacionarnos con quien queramos, en el momento que queramos, sin importar la distancia, pero ¿qué está pasando?

¿Por qué cada vez hay más jóvenes que se encierran en sus habitaciones y socializan de forma virtual a través de pantallas de móviles y ordenadores?

Quizás necesitarían clubs de lectura, reunirse en grupo más allá del instituto. Un libro puede solucionar muchas circunstancias.

Los robots para adultos mayores son una creciente área de la robótica de asistencia que da compañía y apoyo físico.

Algunos ejemplos incluyen los robots sociales como Tuli, Abi y Tolly que ofrecen interacción, estimulación cognitiva y alertas de seguridad; y robots humanoides como Garmi y Robody que asisten en tareas físicas como moverse, preparar alimentos y administrar medicamentos, además de monitorizar la salud y facilitar tele-consultas.

Por lo tanto, no todo es negativo en la tecnología más avanzada, un uso adecuado de las pantallas también puede acarrear beneficios.

Carles Sora, director del Centro de la Imágenes y la tecnología de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) afirma que "hay muchos estudios que demuestran que las interacciones que se generan en el entorno digital afectan de forma positiva en interacciones en el mundo real. Se han comprobado mejoras demostradas en capacidades cognitivas, en la capacidad de cálculo, en la capacidad de dimensionar el espacio, o incluso relacionarse con los demás".

Hay que seguir adelante de la mano del avance.

Sin olvidar de donde venimos, y no dejar jamás un libro por una imagen.

El libro electrónico y la prensa digital, son sin duda un avance que llega a más personas del planeta y respeta el medio ambiente. La convivencia entre el ahora y el ayer, puede ser muy enriquecedora.

La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio “debes seguir moviéndote".

En el otoño de mi tiempo, comprendo mejor que nunca el mensaje de la vida, y sin miedo, pero con respeto intento relatar mis sueños, mis denuncias, mis conquistas, las pasiones, las desilusiones de la vida, y las de otras personas.

Para ello utilizo las palabras, y la tecnología ayuda a que llegue a más individuos.

Aprendí con la lectura, que la ilusión es un horizonte donde fijar la vista, que tener pan es una bendición y que la paz interior que nos une con Dios se manifiesta, a pesar de tener que afrontar las batallas que nos acechan cada día mientras estemos vivos.

La palabra, escrita en todas las dimensiones que nos ofrece el avance tecnológico, nos sustenta y nos abriga, mientras si Dios quiere llegará para todos también el invierno y seguiremos leyendo.

Cuando terminen las estaciones de esta vida, volveremos al Paraíso.