Jerez, sola ante el paro

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08 de mayo de 2018 a las 10:16h

Es cierto que en Jerez se han hecho muchas cosas mal, pero también lo es que el Estado -y la Junta- están en deuda.

Jerez es la tercera ciudad de España con más paro, medalla de bronce tras Sanlúcar y La Línea, es decir, coto provincial. Total, no es ninguna novedad, puesto arriba o abajo es algo que se repite año tras año. Es cierto que en Jerez se han hecho muchas cosas mal, desde luego, pero también lo es que el Estado -y la Junta- están en deuda con la ciudad. Otras comarcas españolas han recibido importantes ayudas y subvenciones para su reconversión, mientras que Jerez, el Marco de Jerez, no ha recibido ni un euro como consecuencia de la desaparición de empleo ligado a las bodegas que comenzó a producirse a mediados de los 80 y se generalizó ya a comienzos de los 90.

Desde entonces a acá se puede decir que se han perdido del orden 7 u 8.000 empleos directamente ligados a las bodegas, a los que habría que añadir el empleo del viñedo (que llegó casi a triplicar su extensión) y, por supuesto, la industria auxiliar, caso del vidrio, el cartonaje, las cápsulas… En definitiva, son miles y miles los empleos adscritos de una u otra forma a la vitivinicultura que se han perdido en Jerez, en El Puerto, en Sanlúcar… en todo el Marco sin que haya habido ayudas públicas para la reconversión de la actividad económica porque aquí en realidad no ha habido reconversión industrial alguna, lo que ha habido es una desaparición industrial. Y punto.

Se puede decir que en Sagunto (Valencia), en Bilbao, en Vigo, en Asturias, incluso en Cádiz, dichas ayudas han sido para suplir la desaparición de sectores y/o empresas ligadas al sector público (astilleros, minería, altos hornos, etcétera) pero lo cierto es que el descalabro en el sector bodeguero hubiera merecido algo más de atención que las discretas ayudas recibidas en distintos planes sectoriales. Además, por lo que a Jerez estrictamente se refiere, hay que tener en cuenta que se trata de uno de los municipios más extensos de Andalucía (segundo) y España (sexto) por lo que no es descabellado que hubiera conseguido algún tipo de especificidad económica que ayudara a la prestación de servicios públicos a sus habitantes periféricos, sobre todo si recordamos, aunque esté feo lo de andar comparando, que Cádiz gozó en su día de ciertas prebendas económicas atendiendo a criterios de insularidad...