Dorantes, durante el festival de jazz.
Dorantes, durante el festival de jazz. CRISTÓBAL PEÑA

Jerez se cubre de música. Jerez nos envuelve en jazz y así cada verano cuando llega agosto.

Esta edición tuvo su espacio en el cine Astoria. Al aire libre, y con un techo de estrellas, la luz de la noche caía sobre nosotros con sonidos que nos hacían volar como un Batir de Alas, tema que dedicaba el pianista Dorantes a su madre. Y cómo nos acercaba con sus notas hasta todas las madres. Este fue el segundo día, cuando con los músicos Javi Moreno al contrabajo y Ane Carrasco a la percusión. Magníficos todos ellos. Gente con talento que nadie les regala nada porque se lo han currado y mucho.

Dorantes seguía un tema tras otro, saludaba a los que estábamos agradecidos por sus composiciones. Como Máquina, tema algo alocado en palabras de Dorantes, que también lleva su historia. Contaba, el músico que con una máquina de escribir, que se estropeó, hacía música en su casa, rasgaba con los dedos las puertas del piso y las paredes. "Mi madre la pobre aguantaba todo", nos confesaba con una sonrisa. Gracias a dejarlos hacer y crear es a día de hoy, gran pianista y compositor. Este invitado nos trajo a Jerez El tiempo por testigo jazz fusión con flamenco y clásico, porque esa es la formación del maestro, sin dejar de lado su exploración con los sonidos. No sabéis lo que nos dais cuando venimos a Jerez , dijo desde el escenario, y el público puesto en pie le despedimos con palmas por bulerías. Grande Dorantes y su humildad.

Este festival Joven Jazz de la Frontera está organizado por el Ayuntamiento de Jerez y producido por la empresa jerezana Faro Producciones.

Son tres días mágicos, el primero fue la cantautora Paula Bilá con músicas que te hacen viajar a Irlanda, no en vano su primer álbum lo grabó en Dublín. Antes de llegar a Jerez, esta joven de origen chiclanero actuó en Reino Unido, Canadá... Y llegó a Jerez con su jazz de influencias folk, blues y soul.  En el mismo escenario le seguiría con sonidos originales de  El domador de Medusas + Rebeldes del Swing  con músicas gitanas de Francia y Hungría.

Y al día siguiente más jazz, más música de la buena. El cierre de tres noches mágicas lo traían la flauta de Lara Wong Trío, la joven de origen asiático, era muy risueña y en español nos contaba que sacaba una flauta para cada tema pues era necesario según fuera una bulería o un tema cubano.  Ella qué quieren qué les diga,  sonaba sensacional era mágica como sus flautas que parecían tocar solas bailando bajo la noche de verano. Su reportorio fue ameno y lleno de calidad, cómo que tiene un premio del Festival del cante de las Minas.

Y ya como cierre Laurent Coulondre, que nos hablo en un español más que correcto y de pronunciado acento francés. Así nos presentó a su banda, y el breve ensayo del trombón porque no le había podido llegar a tiempo para los ensayos, ya saben los aviones y demás. Sonó…¡cómo sonó! Junto a él al piano, el mejor.

Así es el jazz, libre, locamente genial. Improvisado pero muy trabajado dentro de una buena estructura. Sutil a la vez que fuerte, en fin un cúmulo de sensaciones, una fiesta.

En estos tiempos difíciles que traigan a Jerez estos contenidos de personajes y sonidos es de agradecer a los organizadores  y así lo hacemos. Hasta el próximo verano amigos con más jazz del bueno.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído