Inés Arrimadas García, la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, nació en Jerez de la Frontera el 3 de julio de 1981 (aunque sus padres son de Salamanca), tiene 34 años recién cumplidos. Los pocos días de vacaciones, con la convulsa campaña catalana tiene poco tiempo libre, los suele pasar con sus padres en la provincia.
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Inés Arrimadas García, la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, nació en Jerez de la Frontera el 3 de julio de 1981 (aunque sus padres son de Salamanca), tiene 34 años recién cumplidos. Los pocos días de vacaciones, con la convulsa campaña catalana tiene poco tiempo libre, los suele pasar con sus padres en la provincia de Cádiz. Tiene como referente político a Adolfo Suárez y es una tertuliana habitual en programas de actualidad política. De verbo fácil, correosa, habla catalán, español, francés e inglés.
Licenciada en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Pablo de Olavide, cursó estudios de posgrado en Niza (Francia), en sus primeros años laborales fue responsable de calidad y administración de un grupo industrial petroquímico pero donde se especializó fue como consultora en D'Aleph, una consultoría integral para organización y gestión de las administraciones públicas, entre ellas la Junta de Andalucía.
Inés, además –aunque no le gusta que se lo digan- es una de las políticas más guapas de España. Por eso he dejado el comentario para el final. Por eso, cuando la vean no se queden con LO expresado en el último comentario, porque estamos probablemente ante una persona muy formada e inteligente que puede decidir o influir decisivamente (al estilo de Ciudadanos) en el futuro gobierno de Cataluña. La formación de Albert Rivera –que mantiene con sus apoyos de investidura los gobiernos autónomos de Madrid y Andalucía, entre otras administraciones- la tiene en alta estima, empezando por su propio líder.
Ella se reconoce como tímida e insegura, pero es un huracán en las tertulias, donde defiende las posiciones de Ciudadanos, el constitucionalismo en tiempos independentistas. Que no es poco. Yo la conocí fugazmente en unas jornadas de Ciudadanos de Cádiz, en las que participé como ponente invitado por Juan Marín y que se celebraron en Arcos de la Frontera. Y no la he perdido de vista (alerta en Google), leo todo lo que dice y les puedo asegurar que su carrera es meteórica, pero muy segura, no da pasos en falso. Y goza, es evidente, del aprecio y apoyo del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que le está cediendo el testigo ya en Cataluña.
Me detengo en otra mujer andaluza, a la que desde este blog deseo toda la salud del mundo y que, efectivamente, en marzo se cumplan los rumores y sea –elegida por sus compañeros y compañeras- la próxima secretaria general de una nueva UGT. Me refiero a Carmen Castilla, la actual secretaria general de sindicato en Andalucía. Aunque alguna tristeza personal se haya cruzado en su camino y el sindicato esté en tela de juicio –nunca mejor dicho- Carmen asegura que no va a defraudar a quienes esperamos que la renovación sea total y que UGT sea pronto un sindicato moderno que pueda sacudirse las miasmas y algunas ratas indeseables. “No te defraudaré”, me dijo ayer en un mensaje de Twitter. Así lo espero Carmen. De corazón.
Es agosto, mes de conciertos. Carmen y yo admiramos a Alejandro Sanz. Me hubiera gustado estar mucho en Córdoba este pasado 30 de julio pero gracias a Youtube tengo una idea aproximada de cómo fue el concierto. Alejandro es una gran persona, con el corazón dividido entre sus millones de fans, sus familias, Miami, Madrid y Cádiz, sobre todo Alcalá de los Gazules (ese concierto fue exquisito, grande).
Cuando llegué a Madrid en 2001 encontré apoyo y casa con mis primos Antonia y Paco, a los que quiero mucho. Su piso –un ático en Moratalaz- fue mi atalaya para disfrutar de Madrid, mi otra gran ciudad a la que adoro. Es un barrio que conoce bien Alejandro Sanz, donde me hablaban mucho de él. Nunca lo he saludado desde que, hace muchos años, pasó por la discoteca Joy Sherry, de El Puerto de Santa María. Éramos más jóvenes e impetuosos. Pero la vida no es un Camino de rosas, como él canta. Tampoco un infierno porque el bien triunfa.
En estos días me refugio en su música y busco en Spotify las mejores canciones de Alejandro, mi amigo musical de noches interminables llenas de felicidad o de horas y horas en coche, mi viejo Honda, yendo de Jerez a Madrid y viceversa. Es domingo, procuren amar sin límite a quien nunca le fallará. A los otros y otras déjenlos en la cuneta, por favor. Los acontecimientos te van llevando por la vida y descubriendo a las personas, su realidad. No pierdan tiempo.
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