“Papá, ¿han arreglado el desastre de las inundaciones? Si te refieres a la reparación de los daños, van a un ritmo frenético, ahora solucionar el problema para que no vuelva a producirse, eso es otra cuestión”.
Limpieza de lodos y arrastres de todo tipo de vehículos, enseres, cultivos, instalaciones por la fuerza de un fluido basado en agua y sólidos movilizados, de un gran poder destructivo por su velocidad, conlleva un gran despliegue de medios, incluyendo voluntarios. Sin embargo, el invertir presupuesto público gracias a los impuestos recaudados, eso es motivo de debate, sobre todo en elecciones.
Secciones insuficientes en obras de paso de carreteras, con sus pilas en flujo preferente y sin cuencos amortiguadores aguas abajo, motas defensivas ante llanuras aluviales, olvido de repoblaciones forestales, falta de diques de mampostería hidráulica y de gaviones, junto a malas prácticas agronómicas sin cubierta vegetal, en línea de máxima pendiente y laboreo total, una muestra de retrocesos continuos frente a la ciencia.
Un reguero en cultivos agrícolas convertido en cárcava supone toneladas de suelo fértil, capital acumulado de cientos de años, esencial para la producción de alimentos y causante de problemas de colmatación de cauces aceleradamente. Actuar en los primeros indicios, ser responsable, frente a costosísimo o incluso sin solución, mirando a otro lado.
Estar orgulloso de haber evitado muertes humanas es muy reconfortante. Entender la naturaleza y nuestras interferencias, el principio de la solución.