Papa cebolla

Sus ojos se iban apagando vertiginosamente con la edad, su remedio escuchar la lectura de libros por amigos, las tertulias y sobretodo el insuflar ganas de vivir, con ilusión

Foto de familia con Pepe Seguí.
18 de junio de 2025 a las 09:20h

Mi amigo Pepe Seguí era una buena persona en vida y ahora, descansa en paz dónde la tierra le sea leve. Me queda de él su muletilla "y tanto", ante mi inquietud de saber si el ofrecimiento en forma de almuerzo o detalle era de su agrado, su foto en la escalera con mi familia, hecha por Toni Vidal, su amigo fotógrafo, apasionado de sacar belleza dónde algunos no ven, como las pieles de la cebolla, un gran poder oculto sigue siendo en nuestros días.

Sus ojos se iban apagando vertiginosamente con la edad, su remedio escuchar la lectura de libros por amigos, las tertulias y sobretodo el insuflar ganas de vivir, con ilusión. Se marchó sin nada, cambiando Son Puig Gran, su finca familiar única en toda la isla, por miles de sonrisas de personas necesitadas, por debajo del umbral de la pobreza en Latinoamérica.

La patata vino de allí, aquí a ese tubérculo se conoce como papa, jugando con la tilde designa al padre y con mayúscula, al máximo representante de la Iglesia.

Papa cebolla, dos palabras aparentemente sin conexión, que me hacen pedir un recuerdo permanente, para un ser excepcional que nos hizo ser mejores personas con su ejemplo, siendo parte esencial de nuestra historia humana.