Iberia es de película

Necesitaba que comunicaran nuestro mundo rural, sus paisajes, ríos y habitantes sin micrófono ni cámaras, en unos instantes cotidianos y sin embargo mágicos

Ingeniero de Montes.

Imagen de Iberia, naturaleza infantil.

Tuve la oportunidad de explicar a la clase de mis niños en edad infantil - 5 años- la titulación académica que ostento, durante hora y media tras su comida del jueves. En esas edades no tienen filtros, si algo no les interesa, sencillamente se dan la vuelta, pintan o se duermen para hacer la digestión. Admiro a esos profesores, fundamentales en establecer en cada uno de nosotros las bases, tan importantes como el saber leer, aprender a relacionarnos y generar inquietudes al conocimiento. 

Tras explicar el ciclo del agua - es bueno recordarlo hoy Día Mundial del Agua -, obsequiarles un árbol de una savia a cuidar, les pedí que me dijeran animales que conocían. “Tigre, león, elefante, rinoceronte, hipopótamo, cocodrilo, tiburón, jirafa y hasta pelícano” fueron los que niños, agitados, levantando la mano, querían contestar. 

Me quedé un instante pensando que muchos solo los verían en un centro de recuperación de fauna salvaje, fruto del tráfico ilegal o como último recurso para evitar su extinción definitiva, tras desaparecer de sus lugares originarios, y tristemente nadie citó ninguno de aquí. Hasta tal punto que un lince ibérico de peluche que llevaba, lo confundieron con el más grande felino de rayas que existe. 

Lo que no se comunica lo suficiente, no existe, teniendo que insistir en hacer películas fuera de lo común, infrecuentes, no habituales, incluso dibujos animados, apoyados en cuentos infantiles como recursos pedagógicos, todo ello, acompañado de excursiones del colegio y en familia con amigos más allá de lo urbano, para poder ver, tocar, oler, saborear y escuchar, en definitiva, aprender sintiendo lo nuestro y así, entendiéndolo.

Hace más de 10 años de esto y hoy he tenido la gran fortuna de disfrutar una gran obra cinematográfica que hay que requetever. Necesitaba que comunicaran nuestro mundo rural, sus paisajes, ríos y habitantes sin micrófono ni cámaras, en unos instantes cotidianos y sin embargo mágicos.

El infinito es inabarcable, al no tener fin ni término, como la naturaleza de Iberia. Muchas gracias Arturo Menor por mostrarlo en la gran pantalla del cine.

Iberia Naturaleza.

 

Archivado en: