En la Feria del Caballo no dejan de suceder cosas extrañas. Muy extrañas. Y en muchos ámbitos.
En la Feria del Caballo no dejan de suceder cosas extrañas. Muy extrañas. Y en muchos ámbitos. El pasado jueves tuvo lugar el habitual almuerzo de la Asociación de Propietarios de Gimnasios de la Baja Andalucía (la impronunciable APGBA) en el Real. En principio el encuentro iba a desarrollarse en la caseta de Amigos del Kung-Fu, pero como no la encontraron optaron por La Viga. Hasta aquí no hay nada misterioso, claro, el caso es que entre copita y copita fue madurando una idea que se ha hecho llegar inmediatamente al gobierno municipal, que se encontraba en su totalidad (que tampoco es decir mucho) de guardia en el Real. La idea parte de la constatación del tremendo éxito de la zumba en las casetas de la Feria del Caballo, modalidad de ejercicio aeróbico a base de ritmos latinos (por resumir), que está presente hoy en día en todos los gimnasios de los asociados. Durante el cuarto brindis (oficial) de los asociados surgió la propuesta que puede remover los cimientos de la Feria del Caballo, tal y cómo se la conoce actualmente: crear una Feria específica de la zumba en Jerez, pero con sus casetas, su fino, sus caballos, sus gitanas y todo. Inmediatamente, el vicepresidente de la APGBA llamó a su hijo, que estudia Periodismo, y que se encontraba casualmente haciendo botellón en la Rosaleda, para que redactara sin demasiadas faltas una propuesta inicial que pasó ayer ya por el Registro Municipal, lo que no deja de ser en sí otro misterio, una dependencia municipal abierta el viernes de Feria.
Del contenido de esa propuesta poco ha trascendido, pero se sabe que se quiere aprovechar al máximo el montaje de la tradicional Feria del Caballo, por lo que la feria de la zumba iría justo por delante o por detrás de la Feria. El gobierno municipal, en principio, vería con buenos ojos esta iniciativa, ya que encaja perfectamente en su búsqueda de iniciativas que dinamicen la economía de la ciudad. En cuanto al nombre que tendría esta cita, lógicamente está por definir. En principio se ha pensado en Feria del Caballo Zumbao, que suena un poco, todo hay que decirlo, a líder indio luchando al lado de Toro Sentado contra los yanquis, pero ha trascendido que ese nombre provisional fue propuesto por uno de los amigos del estudiante de Periodismo en un whatsapp enviado de madrugada, así que veremos qué ocurre.
Bien, como es lógico, se ha vuelto a convocar al equipo multidisciplinar de expertos que viene trabajando en resolver los anteriores misterios en que se está viendo envuelta la Feria del Caballo 2016. Este equipo se encontraba atrincherado en una caseta envuelto en la investigación de un nuevo misterio, la increíble mengua año tras año del serranito y del fino del rebujito –con una propuesta de los lingüistas para que estos productos, formulados con diminutivo en su acepción normal, especifiquen en las casetas si se trata de serranito y rebujito o serranitito y rebujitín- cuando fueron llamados a consultas desde el Ayuntamiento para que afrontaran esta nueva cuestión. Los lingüístas, antropólogos y camareros que forman el grupo han decidido sumar a un nuevo colectivo, el de los monitores de gimnasio, para recabar información de primera mano sobre el fenómeno zumba. En principio, el equipo multidisciplinar pretendía abordar este tema dentro de la investigación que está llevando a cabo sobre la tolerancia a música insoportable de la Feria, pero la enjundia de la propuesta ha llevado a considerar idóneo crear una pieza separada.
Habrá que esperar unas semanas para conocer las conclusiones de los expertos y constatar si la iniciativa goza de impulso político (podría encajar incluso en los fondos de desarrollo ITI), pero al cierre de esta edición ha trascendido que se ha creado una plataforma ciudadana que se hace llamar Feriantes y Melómanos (FM) a favor de esta iniciativa, pero eso sí, siempre y cuando la zumba quede circunscrita desde ahora a la (provisional) Feria del Caballo Zumbao y se destierre de la tradicional. Seguiremos a la espera.
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