¡Feliz vuelta a las clases!

La comunidad educativa en su conjunto y las administraciones deben trabajar de forma conjunta, aunque es cierto que existen puntos a analizar y mejorar, como la dichosa burocracia

10 de septiembre de 2025 a las 06:34h
La vuelta al cole en Andalucía.
La vuelta al cole en Andalucía. JUAN CARLOS TORO

Ya se inició el nuevo curso 2025/2026, por un lado, la ilusión compartida de los primeros días de clases, por otro, las dificultades con las que nos vamos encontrando la comunidad educativa en su conjunto. Ya estoy pensando en cómo movilizar a las familias para que sean conscientes de la importancia del papel que juegan en los centros educativos y sobre todo en la edad adolescente de sus hijos e hijas. Esto último me preocupa porque nuestros jóvenes tienen mucho que decir y aportar a nuestra sociedad.

Recuerdo con mucho cariño mis primeros días de clases. Tengo que confesar que el verano se me hacía largo y la vuelta al cole era la vuelta a la rutina, acompañada de nuevas sensaciones compartidas con mis compañeros y compañeras. Además, algo que nos apasionaba era conocer a nuestro tutor o tutora. A partir de ahí, hacíamos una medida de dar más o menos la lata en clase. Ahora me doy cuenta de la intensidad de nuestro comportamiento, pero pasar tanto tiempo en el centro educativo daba para mucho.

La ilusión de preparar todo el material escolar, adquirido en las papelerías y comercios de mi querida barriada, la Asunción, tenían un olor especial que me animaba aún más a comenzar mis clases para usar mis materiales. Es cierto que necesitábamos muy poquitas cosas, nada fuera de lo extraordinario. Mi cole se guardaba mucho de pedir en exceso y de hacer que las familias sufrieran un gasto innecesario; eso hoy es algo discutible y, quizás, se nos presenta la segunda mano o el reciclaje de lo que tenemos en casa como una buenísima opción.

Esta semana han comenzado las clases del alumnado más pequeño y la próxima les toca el turno a los institutos. Por regla general, nos es más amable la participación en Infantil y Primaria. La participación en los institutos nos cuesta más y, por mi experiencia, siempre animo a toda la comunidad educativa a acompañar a nuestros jóvenes en esta etapa tan bonita, pero a la vez tan compleja. La sociedad en la que estamos inmersos a veces nos pone una venda en los ojos impidiendo detectar las dificultades que viven nuestros adolescentes.

Por cierto, el comienzo de curso trae novedades inquietantes: estrenamos nuevo delegado territorial de educación y nueva delegada municipal de educación… ¿Cuál es mi opinión?, que con las buenas intenciones no se va a ningún sitio y que todo el mundo tiene una oportunidad de demostrar su compromiso por la educación y la gestión de recursos. El mantenimiento de los colegios nos trae por la calle de la amargura: colegios, algunos con muchos años, que les luce poco pequeñas intervenciones. Los parches no son la mejor solución y, por supuesto, menos hacer que los centros educativos y su entorno no sean lugares amables para que niños y niñas disfruten sus horas de recreo en un patio adecuado y que el camino desde casa al centro sea seguro y les ofrezca cierta autonomía.

Podríamos estar eternamente hablando de las necesidades de los centros educativos de nuestro municipio y de la zona rural, pero creo que enturbio la ilusión de los primeros días de clases, no puedo evitarlo; al final sale mi faceta más reivindicativa. Formar parte del AMPA de un centro y posteriormente ser presidenta de la Flampa ha sido y es toda una experiencia para comprender y analizar la situación actual de nuestros centros escolares y de nuestro modelo educativo.

La vuelta a clases no es solo, desde mi modesta opinión, para adquirir conocimientos: es la vuelta a crecer en valores que nos hacen mejores como personas. En los centros educativos se cultiva el respeto, la diversidad en todos sus aspectos, la inclusión, la ayuda mutua y, aunque parece que esta sociedad nos lleva a la deriva ante tanta indiferencia y superficialidad, la escuela es un lugar de encuentro y compromiso. Es cierto que a veces las dichosas normativas de última hora nos juegan malas pasadas, pero todo se supera.

Es muy importante, como comenté en un principio, la colaboración y comunicación intersectorial. La comunidad educativa en su conjunto y las administraciones deben trabajar de forma conjunta, aunque es cierto que existen puntos a analizar y mejorar, como la dichosa burocracia, pero esa es otra historia.

Son tantas las ideas y emociones que pasan por mi cabeza ante el comienzo del curso que es imposible plasmarlas en un texto. Podríamos hablar de las condiciones de trabajo del profesorado, de la salud emocional, de la pobreza digital, de la lectura, de cultivar más en nuestros centros educativos las artes… una lluvia de ideas que en mi cabeza resuenan desde hace tiempo, pero que son solo eso: ideas que se verbalizan pero que cuesta llevarlas a cabo.

¡Feliz vuelta a las clases!

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