Luz Shopping ha cumplido cinco años. Bien. Creo que en cinco años habré ido… cinco veces. Vale, es probable que seis o siete. Por regla general, soy de esa gente a la que le aburre ir de compras y, desde luego, en la medida de lo posible, prefiere no ir a este tipo de sitios, no me siento seguro si de repente necesito una cerveza ‘amable’ y no la tengo a tiro. Cuidado, es una confesión, no una crítica. A mí me da exactamente igual lo que haga la gente siempre que no tenga que llevar la ropa a la tintorería (la mía, se entiende), así que me parece muy bien que Luz Shopping haya tenido 47 millones de visitas en estos años, como si hubieran sido el doble, cada uno sabrá lo que hace con su ocio y dónde compra. Me gusta el centro, pero no soy su defensor a ultranza, más bien soy de los que piensa que si la gente no va más de compras al centro, el culpable último es el comercio del centro. Así de simple. Se puede decir que si los aparcamientos, que si los alquileres… de acuerdo, pero al final la oferta, conectar con los gustos y necesidades del consumidor, es lo que cuenta.
Miren, tengo un amigo que es profesor interino y que siempre está dando vueltas por la provincia, es decir, que cuando no da clase en Paterna lo hace en Olvera, en Los Barrios… y desde hace tiempo, cinco años, viene constatando un hecho indudable, que Luz Shopping se ha convertido en uno de los principales atractivos ‘turísticos’ de Jerez para las nuevas generaciones (y sus familias), muy por delante de las bodegas o los monumentos del centro. Es lo que hay. A mí este tema me importa lo mismo que a la Consejería de Educación, a la sazón responsable de formar a estos chicos, es decir, exactamente una higa. Al fin y al cabo, la gente, joven o mayor, tendrá sus motivos para preferir el ocio y el comercio de un transunto de ciudad a la oferta de la ciudad misma. No olvidemos que la gente ya no va a los sitios para conocerlos, sino para hacerse fotos…
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