“La cagaste, Burt Lancaster” o “¿Qué estás hablando, Marlon Brando?”, pensé cuando escuché al director de la Agencia Tributaria hablar de la lista de más de 700 sospechosos por blanqueo de capitales, unos datos que no dudó en calificar, emulando las expresiones hortofrutícolas del expresidente del Gobierno José María Aznar, como la “repera patatera”. Propia de la nostálgica página de Facebook Yo fui a EGB, me recordó a otras muchas que usábamos cuando éramos infantes o, retrocediendo más aún, nuestros padres cuando vestían pantalón corto.
No dejé de preguntarme por qué el alto responsable de la Agencia no se dirigió a los parlamentarios con un “dabuten, tronco”, ya que habría molado más, si se me permite la expresión. Pero nasti de plasti, el menda prefirió soltar la frase señalada y se fue tan tranquilo al keli, o a dar un voltio, que sé yo. Pero ¿de qué vas, Bitter Kas? ¿No habría sido mejor decir que van a aflorar cantidubi de defraudadores? ¿Que los has pillado con el truco del almendruco? Ay que me mondo, lirondo.
No sé si calificar de repelente o de jocosa la expresión. Supongo que de las dos cosas a la vez, a la vista del tema tan serio del que estamos hablando. Que estamos un rato hartos de tanto compadreo. Hemos visto muy claramente que aquí el que no corre, vuela, y que el más tonto, desde el que gobierna hasta el que aspira a gobernar, e incluso el que no, fabrica relojes de cuco con precisión suiza. Vaya, Suiza, qué casualidad. Todos los caminos llevan al mismo sitio cuando se trata de ser más listo que el vecino. Y no hace falta ser político. ¡Que te conozco bacalao, aunque vayas disfrazao!
Ojalá a la corrupción le pasara como a estas expresiones, que quedara relegada al terreno de la agridulce nostalgia. Que cuando rememoráramos estos tiempos solo pudiéramos exclamar: “¡Alucina, vecina!”. Pero parece que de momento los únicos brotes verdes que podemos vislumbrar en el horizonte de este campo son las “reperas patateras” del máximo responsable de la Agencia Tributaria, un hombre que amenaza veladamente como lo haría el profesor de Carlitos en Cuéntame. De momento, a tenor de los gazapos de algunos líderes como Cospedal, lo que se transmite es que el Gobierno está “trabajando mucho para saquear a nuestro país”.
Y por si el chusquerío verbal de los políticos no fuera suficiente para sonrojarnos, llega el líder socialista y sitúa la cuna de Antonio Machado en Soria, para disgusto de los docentes de la ESO, que ya no saben dónde llevarse las manos cuando comprueban el nivel medio de la chiquillería actual. Pedro Sánchez, que últimamente no da pie con bola –erró su voto a favor de la reforma del aborto-, ha sido el protagonista de los memes -¿ven cómo también manejo el neolenguaje?- en las redes sociales. Vale que Machado adorara los campos de Castilla, pero nunca renunció a su Sevilla natal. “Mi infancia son recuerdos de un patio de Soria y un huerto claro donde madura el limonero”. ¡Ay si Don Antonio levantara la cabeza!
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