Estados Unidos a 16 de junio: 2.137.731 afectados con 116.963 personas que han muerto en un mundo donde ya hay más de 8 millones de afectados y donde las muertes superan las 440 mil.
En este entorno @cvelayos, que es un intensivista con ganas de construir una nueva medicina intensiva, formando parte de @InnovaHuci y de @itaca_grupo escribe: "Me llega una historia increíble que ha ocurrido en Seattle: un paciente de 70 años de edad es dado de alta después de 62 días de ingreso por COVID-19.
Un aplauso cerrado y una factura hospitalaria de escándalo!! ¿Sabéis a cuánto asciende? El total de la factura asciende a 1.122.501 dólares americanos. En torno al millón de euros. Repito: UN MILLÓN DE EUROS".
Este es uno de esos ejemplos por los que debemos valorar la sanidad pública que tenemos en España. ¡Asombroso! La factura tiene una extensión de 181 páginas y en ella se detallan todos los gastos: Una cama en la UCI son 9.736 dólares al día. Estuvo 42 días: 408.912 dólares. Ventilación mecánica: 2.835 dólares al día. Estuvo 29 días conectado: 82.215 dólares. Medicación: en torno a 280.000 dólares. Solo para recoger los gastos de los dos días de fracaso multiorgánico la factura tiene veinte páginas y asciende a 100,000 dólares. Son cerca de 50 ítems facturados a diario para un total de 3.000 que cuentan la historia del ingreso al detalle, gasto por gasto, dólar por dólar.
Su seguro asume una parte de la factura y, afortunadamente, el Congreso ha destinado una partida de más de 100 billones de dólares para financiar los gastos sanitarios del Covid-19. Gracias a eso este hombre posiblemente "solo" tenga que pagar 6.000 dólares (tampoco es una broma). Gran parte del ingreso lo pasó inconsciente, pero al recuperar el conocimiento una de sus principales preocupaciones era como iban a asumir los gastos de este tratamiento. Le preguntaron y Flor, así se llama este hombre, declaraba que se siente culpable de sobrevivir.
Terrible. El último párrafo es demoledor. "El escritor David Lat recibió una factura de 320.000 dólares por su tratamiento Covid-19 y también acabó por no pagar nada, pero pudo escuchar la historia de docenas de pacientes con cáncer golpeados por enormes facturas durante este mismo periodo de tiempo".
No tener una Sanidad pública de calidad implica una injusticia sistémica que afecta a lo más esencial del bienestar: el acceso universal a la Sanidad. Defendamos una sanidad pública de calidad sin recortes ni privatización. Hagamos una gestión eficiente y honrada de lo público.
Y las respuestas también valen su peso:
@AnaLerma15: La sanidad es un derecho, no un negocio.
@jordovas: Ya me gustaría a mi que la Sanidad española dispusiera de sistemas de contabilidad analítica y facturación de costes tan potente como la existente en la mayoría de hospitales en EEUU. Gestionaríamos mucho mejor nuestros recursos.
@marinma02: Pues si nos descuidamo en lo que queda de legislatura en Madrid, ya tenemos todo privatizado. A ver quién se cacerolea para evitar la privatización del H niño Jesús o por los recortes del Marañón.
Y @miguelpinon_73 apunta: Muy interesante hilo, que merece varias reflexiones:
1. Incalculable valor de un SNS público como el nuestro, que garantice la equidad.
2. Deben implementarse modelos que lo hagan sostenible
3. Esa factura, aquí no es que no se pague, la pagamos entre todos y hay que educar para que se sepa
@mmenorgi añade: 3. Solo mirar los 10.000 dólares diarios de UCI para este señor y los 1.000 euros máximo de coste en León explica la diferencia entre servicio público y negocio lucrativo. Es necesario ser consciente del coste pero también de las diferencias de cada modelo.
@anuskon remata: ¡Madre mía! A ver si de una vez por todas nos damos cuenta de lo que es IMPORTANTE y debería ser INTOCABLE.
@mjuanni: No sabemos lo que tenemos y deberíamos.
@alfredo_reche: Luego cuando nos dicen para eso pago o para eso te pago, pues me tiene que entrar la risa....
@jsanjin: Sobrevivir al COVID para morirse del susto que ironía.
Increíble pero cierto. Cuán necesaria es tener una Sanidad pública como la que tenemos, aunque necesite mejorar. Valorémosla. Porque cómo dice Ana Lerma, la sanidad es fundamental que sea un derecho y no un negocio.


