Secuelas de la Covid-19

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Profesor de la EASP. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Medidas anticovid en un instituto andaluz. Autor: Manu García
Medidas anticovid en un instituto andaluz. Autor: Manu García MANU GARCÍA

Las secuelas son entendidas como aquellas alteraciones funcionales u orgánicas con tendencia a persistir que aparecen como consecuencia de la enfermedad.

Los investigadores han puesto sobre la mesa los efectos del SARS-CoV-2 en el organismo tras la infección de la covid-19: desde cansancio hasta problemas cardiacos, neurológicos, psicológicos o pulmonares.

Muchos millones de personas en todo el mundo se han “recuperado”, pero se observan pacientes con síntomas graves persistentes.

Hay estudios publicados que dicen: conociendo que no existen datos a largo plazo de un número sustancial de pacientes, y que todavía es temprano en el seguimiento de la pandemia, es posible que un gran número de pacientes experimenten secuelas a largo plazo.

Otros estudios apuntan: Los síntomas persistentes y las secuelas son frecuentes, aunque descritos de manera muy heterogénea en las distintas series de pacientes, desde un 10% hasta cerca de un 90%. Tal disparidad se explica por las diferentes definiciones empleadas, si se preguntan y recogen sistemáticamente o no los datos, si se realiza de manera retrospectiva -según los recuerdos del enfermo- o prospectiva, del momento en el que se realiza el seguimiento tras el cuadro agudo, si los pacientes estudiados proceden de ámbito hospitalario o extrahospitalario, si se incluyen o no problemas relacionados que a priori pueden parecer menos graves, pero que constituyen una verdadero sufrimiento y una merma importante en la calidad de vida de los afectados, o si se busca activamente la afectación persistente del daño en algunos órganos aun sin tener síntomas asociados, etc

El brillante profesor de farmacia @gorka_orive nos cuenta:

"Un estudio impactante de las secuelas de la #COVID19:
211 pacientes jóvenes (edad media: 44 años) recuperados de COVID19 y con baja co-morbilidad. Secuelas:
➡️Fatiga (98%)
➡️Dolor muscular (88%)
➡️Problemas para respirar (87%)
➡️Dolor de cabeza (83%),

Secuelas de la COVID19:
➡️Síntomas cardiorespiratorios (92%) y gastrointestinales (73%)
➡️Un 42% tuvo 10 o más síntomas.
➡️Daños leves en órganos: corazón (32%), pulmones (33%), riñones (12%), hígado (10%), pancreas (17%) y bazo (6%).

La noción de que en una población joven (44 años) y con bajo riesgo de salud, 4 meses después de los síntomas iniciales de #COVID19:
2 DE CADA 3 tengan alteraciones o daños en un órgano
1 DE CADA 4 tenga daños multi-orgánicos
refleja el riesgo inherente a infectarse".

Carlos Velayos, intensivista @cvelayos que forma parte de @innovaHUCI, apunta:

"El síndrome post-UCI en pacientes COVID: un conjunto de secuelas que aparecen a nivel físico, mental y psicológico tras haber sufrido COVID grave con necesidad de ingreso en la UCI.

Con prevención, seguimiento y tratamiento multidisciplinar mejorará mucho".

@eldiarioes dice: "Las patologías mentales previas, como toxicomanías, depresiones o trastornos alimenticios, unidas a las nuevas secuelas psicológicas de la COVID-19, nos abocan a una "pandemia de salud mental" según los expertos".

@larazon_es comenta: "Afectados leves por la Covid sufrirán secuelas futuras. Los científicos estudian crear un protocolo internacional para conocer cómo evolucionan los enfermos de coronavirus pero los primeros datos apuntan a daños en el sistema respiratorio".

@EFEnoticias explica: "La disfagia, un trastorno de la deglución que implica la dificultad para tragar, es una de las principales secuelas que sufren los pacientes con covid que han permanecido un periodo de tiempo prolongado ingresados, sobre todo tras las estancias en la UCI".

Son muchas las personas "que viven en la actualidad con secuelas y síntomas persistentes tras haber padecido el cuadro agudo de covid-19. Debemos poder darles apoyo médico y seguimiento, así como continuar dedicando recursos a investigar y definir mejor cuál es su evolución a más largo plazo y qué tratamientos pueden ser útiles para mitigar estas secuelas.

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