Manos que esperamos que nos cojan cuando estamos cerca de la muerte.
Cuento y he contado muchas veces en estas páginas lo mucho que me gusta lo que escribe Cris Borruell.
Cris es una enfermera que trabaja en cuidados paliativos y que como dice ella de sí misma, lee miradas y escucha silencios.
Escribió el otro día algo que me volvió a emocionar:
Dicen que nacemos y morimos solos, pero lo cierto unas #manos nos ayudan a iniciar la #Vida y esperamos que nos cojan la nuestra en la última página de nuestra historia. Y si nuestra primera palabra es un lloro potente, la última suele ser una #lágrima silenciosa.

Y seguía diciendo:
Nunca es buen momento para morir, se teme tanto a la #muerte que se ignora. Se educa en el éxito, la juventud sin fin, como si así se pudiera dar esquinazo a lo que es algo natural y que inicia al nacer: la vida tiene un final.
El final cercano aflora muchos sentimientos: #negación, #miedo, #incertidumbre y también #alivio tras una larga #enfermedad.
Y se preguntaba:
Podemos evitar que la vida llegue a su final? No.
Podemos #cuidar, #paliar y #acompañar en esa espera? Sí.

Y explicaba sobre los cuidados paliativos:
Los #CuidadosPaliativos no aceleran los pasos del #RecorridoVital de la #persona, los ayudan a vivirlos con #serenidad, en compañía, sin sufrir #cansancio, #ahogo o #dolor.
Y definía:
Paliar es dar #dignidad a un final que cierra un ciclo.
Pero eso no siempre es posible. Asistimos a menudo a un #ModeloDicotómico de atención, en lugar de uno #progresivo que ayude a entender, aceptar y despedirse y acompañar hasta el último minuto.
El día 9/10/2021 escribía que:
Hoy #WHPCDay21 damos voz a todos los profesionales que trabajan en pro de la autonomía de la persona y su derecho a decidir donde esperar su final y con quien. Que dan soporte emocional y sostienen el dolor de quien se va y de quien se queda.

Y mostrando el agradecimiento necesario comentaba:
Hay que vivir cada minuto, compartirlo con quien nos hace sentir mejor y agradecer el aprendizaje de todos los momentos vividos. Y llegado el momento despedirse de quien ha compartido nuestra vida y acompaña nuestra muerte.
#CicelySaunders resume la esencia de los #CuidadosPaliativos": Usted importa hasta el último momento de su vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no sólo para que muera de manera pacífica, sino también para que, mientras viva, lo haga con dignidad”.
Y ante ello, mi amiga Zulema Gancedo escribía:
Por un momento me transmitiste serenidad y conciencia, una escena necesaria y…entre fotos, de pronto brotan imágenes, recuerdos, gente estresada, preocupados por la gestión del caso, más que de la persona… de nuevo una situación más, “procesada”
Y Cris contestaba:
Un camino que ya tiene mucho de recorrido pero al que aún le falta para llegar al objetivo marcado. Paliar y acompañar no puede ser un proceso, es El Cuidado.
Teodoro Aldea cuestionaba:
Certera última frase, pero me genera una duda cada vez mayor. Y es la de: si basar la labor de las enfermeras, casi exclusivamente, en paliar, acompañar y cuidar va a hacer que logremos el reconocimiento que merecemos.
Y Cris añadía:
Paliar, acompañar, escuchar, respetar forma parte del Cuidado. Y ese cuidado se puede evaluar, e investigar. El reconocimiento a las enfermeras daría para otro hilo ( más bien madeja)
Y Nuria Cuxart comenta:
Como en todos los caminos de la vida, lo fundamental, es quien camina a tu lado.
Isabel Pérez valora:
Nos falta educar en vida y muerte, integrarlo, respetarlo y adaptarlo, saber que no podemos evitarlo, que la salud y la prevención ayudan al buen morir y que la armonía y la paz interior es clave para lograr el equilibrio.
Y me sumo al agradecimiento de Ana Antón que dice:
Gracias Cris por tu hilo, por hacernos reflexionar, por recordarnos momentos importantes para los que a veces ni nosotros mismos estamos preparados. A veces nos salimos por la tangente ante el dolor que nos provoca.
Y termino con un tuit de Eve que dice así: “Acompañar” una simple palabra que para muchos pasa desapercibida, mientras que para otros es fundamental
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