El gobierno local de , con jugadores del Cádiz CF.
El gobierno local de , con jugadores del Cádiz CF.

Claro que me alegro del éxito deportivo del Cádiz CF. Como de todo lo bueno que le ocurra a esta dolorida ciudad. Aunque ello me sirve para reflexionar que he echado de menos esa exaltación y manifestación popular cuando fue necesario para reclamar públicamente pan, trabajo y libertad. Y fueron varias veces las que he sentido ese déficit de valor cívico para esta u otra reivindicación social.

El Cádiz CF vale, pero antes está Cádiz; bien por la camiseta amarilla, pero también la blanca camisa de la esperanza; y cadista sí, pero primero gaditano. Y entiéndeme, no trato de dar lecciones de nada, ni enmendar la plana a nadie, pero es mi opinión y -esta sí- puedo permitirme expresarla.

Es esta una ciudad acomodaticia, ‘pancista’ si se quiere, habitada por una ciudadanía algo anestesiada que se mueve a impulsos espasmódicos. Por otro lado, existe la errónea creencia popular de que, en una democracia, lo importante son las elecciones, y no lo que ocurre entre medias.

Entre medias, hay un gobierno local de izquierdas que, con aciertos innegables, tomó en más de una ocasión decisiones erráticas, poco acordes con su etiqueta de gobierno de izquierdas y su programa electoral. Pongamos por caso la relación amorosa y pródiga con el mundo cofrade, con la excusa de que las procesiones son tradición cultural (eso ya no se lo traga nadie). O los guiños cariñosos con las estructuras eternas del poder local, en manos de los de siempre. Falta más calle, más pedagogía, más implicación.

Es cierto que de las dos patas de la coalición de gobierno, una de ellas es más ortodoxa en cuanto a planteamientos de izquierdas. Pero los palos se los lleva el gobierno local en bloque.

Los palos de la derechona, un acoso mediático sistémico, de sus Doñas Cuaresmas, Cicutas y Tacañones con olor a naftalina, a veces tan burdos que resultan grotescos. Un acoso jurídico, con más de 15 querellas presentadas y todas archivadas. El raca raca es tenaz, pues son expertos en esto, desde que la derecha es derecha.

Tras la experiencia del teofilato, no me agradarían otros 20 años de plomo. Es un deseo. Aunque existe un riesgo claro. Es una conjetura.

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