Eliges creer o prefieres saber

No sé cómo va a soportar esta sociedad que desea hijitos que no rechisten, robots que hagan lo que se les manda y para lo que se les programa, eso de tener hijos que nunca se ponen enfermos y que son superinteligentes

Eliges creer o prefieres saber.
29 de diciembre de 2025 a las 09:25h

Mucha gente en Alemania, después de haber visto La Peregrina en la zdf, debe de creer que Toledo es Santiago de Compostela. Contemplar las imágenes del alcázar y de la catedral de Toledo y que se afirme que lo que se está viendo es Santiago de Compostela, supone que de cualquier cosa que se hable no importa siquiera preocuparse por su veracidad: cualquier cosa puede afirmarse sin rubor, y la gente se lo cree o no protesta. Es la autoridad de quien lo diga lo que hace que algo sea verdad o no; que cualquier mentira pueda simplemente volverse una verdad indiscutida. Una película de 2014 que volvieron a ofrecer hace unos días sin ningún rubor. La gente elige creer y es ahí donde todos estamos perdidos.

En el metro de Nueva York aparecen carteles que afirman que el 50% de la inteligencia (IQ) es genética para que te compres un bebé a medida, por selección en el laboratorio. No vayas a tener un bebé cualquiera, que sea uno que llegue a lo máximo, no sabemos de qué. Qué se mueran los feos, se diría, y los imperfectos. Aunque no sé cómo van a manejar a un bebé superinteligente acostumbrados a convivir con un hijito de cuatro patas que hace lo que se le manda en todo momento y en toda su vida.

No sé cómo va a soportar esta sociedad que desea hijitos que no rechisten, robots que hagan lo que se les manda y para lo que se les programa, eso de tener hijos que nunca se ponen enfermos y que son superinteligentes. Creo que la única posibilidad es que la inteligencia sea algo puramente mecánico y unidireccional, que no tenga nada que ver con la inteligencia emocional, por ejemplo, con todas las categorías de Gardner. No es la inteligencia, además, lo que nos hará pensar si se trata de Toledo o de Santiago: es la formación, la cultura, lo que nos hace distinguir entre la Torre Eiffel y la del reloj de Londres. Sin educación podrá afirmarse que la Tierra es plana y la Tierra terminará siendo plana.

Esta, y no otra, es la estrategia que siguen las derechas en su embestida para satisfacer la avaricia que reina como ideología en este momento. Han entrado en una espiral de avaricia y parecería que nadie tiene una idea cabal de cómo volver a poner bajo control esa obsesión de poseer cosas a cualquier costo: el principal es la deshumanización y la crueldad como valores en alza. La Bardot amaba, parece, inmensamente a los animales, pero parece que odiaba con bastante ahínco a las personas y condenada por racismo. Milei dice que adora a sus mastines y su política de la crueldad y la deshumanización contra los niños y los discapacitados alcanza el paroxismo.

Se trata de la banalización del mal, de nuevo: el signo del nuevo año que se nos viene encima. Una banalización que las gentes asumen como natural por ignorancia y porque la ideología del miedo les embota la inteligencia. Claro que existe una internacional ultraderechista que trata de extender la pandemia del fascismo. La Fundación Faro, la Fundación Internacional para la Libertad, y todas las redes globales de la extrema derecha, cada vez más sofisticada: aquí también​​​​​​​.

El truco de fingir demencia y luego hacer como que no sabíamos no vale. Debemos hacernos cargo de lo que votamos y de lo que no votamos. Hacernos cargo de cómo participamos en la vida social y política, en lugar de encontrar siempre a culpables de nuestras desgracias: de nuestros éxitos pretendemos ser los únicos autores.