Semana decisiva para que Sumar y Podemos cierren un acuerdo y se presenten juntos –elijan la fórmula que elijan– a las elecciones generales del 23 de julio. El viernes 9 de junio acaba el plazo y, por ahora, hay más buenas palabras que hechos. Tras la nueva convocatoria electoral y sin perder de vista los malos resultados obtenidos en las elecciones municipales y autonómicas del 28M, la formación morada se apresuró a manifestar su voluntad de incorporarse al proyecto que lidera la ministra Yolanda Díaz, renunciando de manera explícita a la condición sine qua non que venía manifestando desde un principio, la celebración de primarias para la formación de las candidaturas, no tanto por convicción como por el simple hecho de que con el adelanto electoral no hay materialmente tiempo.
Pero eso no significa que se haya despejado el camino del acuerdo, en absoluto. La ley electoral dice que los partidos que decidan acudir en coalición a las elecciones tienen que comunicárselo a la Junta Electoral Central diez días después de la convocatoria (que sería el citado 9 de junio). Esa notificación debe incluir un mínimo de normativa por la que se va a regir dicha coalición y las personas que se van a desempeñar en sus órganos de dirección. Otra cosa es el cierre de listas, para lo que los partidos coaligados disponen de cinco días más. El problema es que si el día 9 se anunciara que Podemos va a ir con Sumar y se hiciera pretendiendo exprimir esos últimos días para llegar a acuerdos en cuanto a los nombres y al final se frustrara, Podemos no podría presentarse como tal, ya que el anuncio de ir en coalición le cierra legalmente volver sobre sus pasos y presentarse en solitario.
Por eso se da por hecho que se está negociando todo en bloque, lo que vienen a ser nombres, por qué circunscripción (van dichos nombres) y de qué manera perviven (si lo hacen) las siglas. Hay que tener en cuenta además que no solo es Podemos el partido que pretende que figuren sus siglas al lado de Sumar, sino que otros partidos que ya confirmaron en su día su integración en este proyecto, caso de los valencianos de Compromís, también han expresado su deseo de que su nombre figure en la papeleta, por lo que no es descartable que Sumar vaya acompañado de distintos 'apellidos' en distintas partes del Estado.
En política, queda tiempo de sobra hasta el viernes 9 de junio. De hecho, este tipo de acuerdos se suelen cerrar habitualmente sobre la bocina, horas antes de que acabe el plazo, es un clásico de la política española. Otra cosa son los rumores y medias verdades que siempre acompañan a estos procesos, que poco o nada ayudan y que, por supuesto, ya se están produciendo: que si Podemos quiere en Cataluña el 1 por dicha comunidad y que, si no, está hablando para ir con ERC; que si Más Madrid, Compromís y/o En Común vetan a equis líderes de Podemos... muchos "que si" que vienen a complicar unas negociaciones de por sí muy complejas.
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