Distintos intelectuales, escritores y políticos han comenzado a promover un nuevo partido de corte socialdemócrata en España. Es evidente que parte del centro izquierda está en desacuerdo desde hace años con la deriva del PSOE, algo que se ha acentuado desde que Pedro Sánchez tomó las riendas del partido y del Gobierno. A día de hoy, la posibilidad de que se produzca un acuerdo para la investidura de Sánchez con Junts, un acuerdo que lleve consigo una amnistía general a la causa del independentismo catalán –por mucho que, con toda seguridad, se formule de una manera eufemística– ha hecho que algunas de estas personalidades hoy independientes y las distintas estructuras y foros de opinión ya existentes –caso del think tank El Jacobino o la Tercera España– estén en disposición de dar un paso adelante y alumbrar en los próximos meses un nuevo partido que se sitúe en el centroizquierda y aspire a recuperar, esa es su intención, los valores socialdemócratas.
De hecho, la idea que se baraja es la de acelerar al máximo los plazos y presentar ya una lista en las elecciones europeas de junio de 2024.
Por ahora, todas las personalidades que se han pronunciado a favor de esta iniciativa, que bien podría llamarse finalmente La Tercera España, son gente, digamos, ya con cierta edad cuyo pensamiento está ligado a los valores que encarnaron la Transición y que poco o ningún encaje tiene con el actual modelo de pensamiento woke y de entendimiento con fuerzas como los nacionalistas e independentistas que, en absoluto, se contemplan como fuerzas de progreso. Nadie cuenta, por ahora, con que Felipe González o Alfonso Guerra pudieran sumarse a dicha iniciativa, aunque sí otros dirigentes socialistas históricos.
Fernando Savater, Andrés Trapiello, Francesc de Carreras… son algunos de los nombres que ya han dado su apoyo al surgimiento de este nuevo partido de centroizquierda, un partido capaz de recuperar los valores de la socialdemocracia, capaz de alcanzar pactos de Estado y mantener líneas rojas –por usar la terminología hoy al uso– con los partidos nacionalistas e independentistas y con las políticas populistas.
A nadie se le escapa la dificultad de ocupar este espacio. Ni Rosa Díez, con UPyD, ni Ciudadanos consiguieron consolidarse en sus respectivos intentos. Quien estuvo más cerca fue Ciudadanos, un partido que nace en Cataluña con el apoyo de padrinos de la talla intelectual y política del citado De Carreras, Félix de Azúa, Albert Boadella o Arcadi Espada y que, en su origen, aparte del antinacionalismo, dice tener un alma socialdemócrata y otra liberal, aunque rápidamente la primera se supeditó a la segunda… y la deriva y descalabro final son conocidos por todos.
De hecho, habrá que ver en qué medida la nueva iniciativa en marcha de los ‘exciudadanos’ Edmundo Bal y Francisco Igea puede llegar a converger con las otras opciones mencionadas.
Es muy complicado, pero algo ha comenzado a moverse de nuevo en el espacio político comprendido entre el PP y el PSOE y próximamente habrá noticias.
Comentarios