El SAS suma a su estructura casi 2.400 profesionales. Se trata de una noticia que es doblemente de justicia. En primer lugar, porque el grueso de estos médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, administrativos, trabajadores sociales, etcétera, irá destinado a reforzar la Atención Primaria (1.828 en total), un servicio evidentemente deteriorado en Andalucía después de la pandemia. En segundo, porque la gran mayoría de estos profesionales de la Sanidad, 2.177, estuvieron precisamente en primera línea en la lucha contra el covid –'refuerzo covid', los llama el propio SAS–, por lo que resulta absolutamente merecido que su compromiso y esfuerzo con todos los andaluces en unos momentos tan difíciles se vea reconocido.
¿Y qué ocurrirá con el resto de profesionales 'refuerzo covid' que no acceden a esas plazas? Pues la Consejería de Salud ha informado de que los próximos cuatro meses –del 1 de junio al 30 de septiembre– los otros 3.175 profesionales (el denominado refuerzo covid llegó en su momento a estar cerca de los 7.000 empleados) van a renovar y que "a partir de ahora –textualmente– tendrán un nombramiento vinculado a las necesidades del sistema sanitario público de Andalucía", por lo que técnicamente dejarán de llamarse 'refuerzo covid'.
Son medidas que parecen interesantes para reforzar la sanidad pública en paralelo al denominado Plan de Garantía Sanitaria que ha puesto la Junta de Andalucía desde el pasado diciembre, un plan en el que se comprometen recursos tanto públicos como privados extra por 110 millones de euros. Se puede decir que este plan parte del reconocimiento del propio presidente Juanma Moreno de que la sanidad pública andaluza tiene carencias. Las últimas cifras facilitadas por el Ministerio de Sanidad hablan de algo más de 205.000 andaluces pendientes de una intervención, mientras que otros 870.000 están pendientes de una cita con el especialista, datos que llevan a Andalucía a ser la quinta comunidad con más habitantes de media en listas de espera para una operación quirúrgica, mientras que en lo que se refiere a la visita al especialista tiene el segundo peor dato, datos que, obviamente, se aspira a mejorar.