Mar de fondo en Euskadi

PNV y PSOE podrán reeditar su gobierno de coalición, por lo que consiguen su objetivo común, incluso con los nacionalistas como primera fuerza política, pero Bildu confirma que sigue en una dinámica ascendente

Euskadi. El PNV celebra su victoria el pasado domingo.
Euskadi. El PNV celebra su victoria el pasado domingo.

El PNV gana y salva los muebles; el PSE no gana (no era candidato a la victoria), pero suma con el PNV y salva los muebles de la coalición; Bildu crece, empata a escaños, que no a votos, con el PNV y sienta definitivamente las bases para una posible victoria en Euskadi pronto; el PP suma uno aunque sus siete diputados servirán de poca cosa en los próximos cuatro años de la política vasca ya que no alcanza su objetivo de condicionar al PNV a nivel nacional; Sumar saca 1 y se muestra incapaz de copar el espacio de Podemos, que pasa de 6 a 0 por lo que, sencillamente, desaparece. Vox saca 1 y resiste la intención del PP nacional que esperaba que desapareciera.

Este es el resumen, con las debidas acotaciones, sobre lo que ha ocurrido en las elecciones autonómicas vascas. Se va a reeditar, sin duda, el pacto de gobierno entre PNV y socialistas, pero eso no significa que no se haya movido –que no se esté moviendo– la política en Euskadi. Es evidente que en Euskadi se han activado nuevas corrientes. Y van en diferente sentido. Una de ellas, el descenso del PNV, se puede decir que es un descenso estructural, que no se basa directamente en su gestión más reciente, sino en un evidente ‘cansancio’, sobre todo entre los más jóvenes, por su omnipresencia en la política vasca. El caso contrario es el del Bildu, que pasa de 21 a 27 diputados, y se queda con la práctica totalidad del ‘espacio morado’, el voto a la izquierda del PSE en principio no independentista. La clave para que esta formación amplíe su base electoral ha sido su mensaje generalista, haciendo énfasis en los temas sociales y dejando en segundo plano cuestiones identitarias, incluso su aspiración de independencia, aunque es cierto que en la última semana salió a relucir ETA y, posiblemente, solo posiblemente, sea lo que ha privado a esta formación de un auténtico triunfo electoral.

Otra lectura de los resultados electorales sería la de la suma entre formaciones soberanistas, ya que PNV y Bildu superan el 70% de los votos, lo que da una idea del desapego de la sociedad vasca hacia los partidos nacionales, sobre todo en las autonómicas, un aspecto muy a tener en cuenta en un futuro en cuanto al establecimiento de nuevas alianzas… no así en los próximos cuatro años: PNV y PSOE suman y retieran coalición.

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