A la Junta de Andalucía le gusta darse de vez en cuando una pátina de modernidad en alguna de las decisiones que toma. La modernidad, los avances tecnológicos, son palabras que en la sociedad actual se valoran, teóricamente, siempre de manera positiva. El problema es que no siempre toda la sociedad tiene capacidad para asumir estos avances en la medida en que sería deseable, bien por edad, bien por falta de capacidad o formación, e incluso, aunque pueda parecer mentira, por falta de los propios útiles tecnológicos.
En esa (relativa) prevención tecnológica hay que situar el anuncio por parte de la Consejería de Salud y Consumo de sustituir Salud Responde, el teléfono de servicio público por el que se podía conseguir una cita médica (familia, pediatría, especialista, altas, etc) y consultar cualquier duda al respecto, por una aplicación, después de 17 años de servicio en Andalucía. Está previsto que esta app entre en servicio de manera inmediata, el 1 de julio. En realidad, dicha aplicación ya lleva diez años en activo, así que es discutible si, en propiedad, viene a sustituir a la atención telefónica o a llenar todo el espacio... el caso es que la popular cita telefónica desaparece y a partir de ahora quién quiera realizar las gestiones a distancia tendrá que hacerlo a través de la citada app y quien prefiera no hacerlo –o no esté preparado para hacerlo, hay que insistir– pues tendrá que hacer la gestión que necesite, en principio, a través de la administración de su centro de la salud... que habrá que ver.
CGT es el sindicato que, por ahora, se ha mostrado más crítico con esta medida ya que, sencillamente no da crédito a que se tenga que pedir una cita de Atención Primaria vía app y entiende que "tras 17 años de atención telefónica personalizada, la Junta y el SAS deciden dilapidar la depauperada calidad de la atención primaria".
Sin duda hay que esperar a ver cómo funciona para pronunciarse, pero en principio no parece una buena noticia para la Atención Primaria andaluza, que sigue sin volver a los estándares anteriores a la pandemia. Además, hay 33 puestos de trabajo en vilo.
La digitalización de la sociedad actual es un hecho y es algo imparable, pero tanto la banca como determinados servicios públicos a los que ahora viene a unirse esta app sanitaria, deben ser conscientes de que no toda la población es uniforme en cuanto al desempeño y comprensión de las nuevas tecnologías, lo que puede ser motivo de que se abran nuevas e insalvables brechas sociales donde no las había.
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