El Día Internacional de la Enfermería es una fecha idónea para recapacitar sobre la situación actual de esta profesión en Andalucía, básica en la atención sanitaria. La verdad es que los datos no son muy alentadores. No parece de recibo que aproximadamente el 30% de estas y estos profesionales —se trata de una profesión que sigue siendo de elección muy mayoritariamente femenina, así que vamos a escribir en dicho género— opten por trabajar en otras comunidades autónomas e incluso el extranjero una vez que concluyen sus estudios.
Es cierto que se trata de un dato bruto y que también hay profesionales tituladas en otras comunidades e incluso otros países que hacen el viaje inverso, pero no deja de ser muy llamativo que casi la tercera parte de estas profesionales opten por hacer las maletas. Se trata de un dato, el de esta fuga de capital humano, que no se lo puede permitir no ya el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que tiene además por delante el reto de recomponer la Atención Primaria, sino la propia sociedad andaluza en su conjunto. Algo falla.
Los sindicatos hablan sobre todo de unas diferencias económicas muy significativas respecto a otras comunidades autónomas y los principales países que las contratan, sobre todo Reino Unido y Portugal, con diferencias que pueden alcanzar incluso los 600 euros al mes sin siquiera salir de España. La carga de trabajo y las faltas de respeto e incluso agresiones que sufren estas profesionales, que han estado en la primerísima línea de la lucha contra el covid, también pesan a la hora de tomar una decisión de estas características.
Con este panorama, el reto que tiene por delante la Junta de Andalucía es ingente, ya que hay que tener en cuenta además que las enfermeras y enfermeros que trabajan en la comunidad tienen una edad elevada, lo que hace que vaya a ser difícil que se garantice la tasa de reposición, por no hablar de conseguir elevar la ratio de cinco profesionales por cada 1.000 habitantes al menos a la media nacional, que está en seis enfermeras.
En consecuencia, el SAS tiene que hacer todo lo que esté en su mano para que a este colectivo le sea atractivo quedarse en Andalucía en lugar de hacer las maletas. Un 30% de emigración es inasumible...


