La dignidad es un rodillo de pintura blanca ante las amenazas fascistas

Si nos pintáis la pared, la arreglamos para ponerla bonita de nuevo, reafirmados en lo que hacemos

La pared, después de la pintada fascista en la sede de lavozdelsur.es.

No es casual, porque no es la primera vez. Porque incluso en comentarios en redes hemos podido leer cómo la culpa es de lavozdelsur.es por escribir con libertad. Y por eso hay que contestar. Vayamos a la base.

Después de muchos días de ciertos comentarios, cada vez más hostiles, hacia nuestra línea editorial, la sede de nuestra redacción ha amanecido con una pintada que dice 'Viva Franco'. Y creemos que es un delito de odio.

Podrá haber quien piense que no, pero lo es. Porque Franco es el responsable de miles y miles de asesinatos por motivos ideológicos. Es una amenaza pintar la sede porque en esa sociedad franquista, nuestro periodismo no cabría. Quien rememora al dictador con una pintada en nuestra casa, nos quiere, como poco, impedir que sigamos haciendo lo que hacemos. Y no lo han pintado un muro más allá, ni un muro más acá. No. Ha sido en nuestra sede, justo debajo de nuestro logo. Así que no, podemos estar de acuerdo en que no es casualidad.

Seguidamente, repasemos que la Constitución del 78 respeta no sólo la libertad de expresión, sino que el ordenamiento jurídico respeta las líneas editoriales de los medios. No nos esperen ni en el insulto, ni en censurar, ni en el acallar a nadie. Pero, por ejemplo, sí forma parte de nuestra línea editorial que asociaciones por la memoria democrática o por los derechos humanos tengan su voz. Y ponemos el foco en las desigualdades, en los recortes sociales... Para nosotros, es llevarlo a cabo con respeto a la verdad pero dentro de nuestro sentido común, que es diferente al de otros y no pasa nada. Porque hay mil formas de contar lo mismo sin faltar a la verdad.

Nuestra forma es la que no gusta. No pedimos que sea siempre así, pero, al menos, debemos exigir nuestro derecho a actuar sin que nadie nos intente amedrentar. Y esto no va solo por la pintada, sino por los cientos de comentarios que, sobre todo desde el inicio de la pandemia, no han parado de amenazarnos en redes sociales. Esto es solo la punta del iceberg de un estado de opinión que cada vez tiene más seguidores, y tenemos que reivindicarlo manteniéndonos donde siempre estuvimos, sin que esas amenazas nos muevan ni un milímetro.

En nuestro país, en el que creemos, caben los que defienden cualquier proyecto político y social que respete los derechos humanos más básicos. Desde muy a la derecha hasta muy a la izquierda. Y no preocupa en sí la mano que pintó, sino las otras muchas manos y voces que están calladas ante estos hechos, que los relativizan. Esta pintura no va contra nosotros solamente, va contra todos. Y seguiremos defendiendo no solo nuestros derechos sino también los de los demás, piensen o no como piensa cualquier miembro de lavozdelsur.es.

Y lo haremos como cada día, currando con ilusión, contando historias de gente anónima, entrevistando a los protagonistas, dando espacio a la opinión... Lo hacemos porque creemos en ello y es nuestro papel en la sociedad. La dignidad es ese rodillo de pintura blanca. Porque si nos pintáis la pared, la arreglamos y la ponemos bonita de nuevo. Reafirmados en lo que hacemos.

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