El Defensor del Pueblo ha cerrado su investigación sobre la Iglesia Católica y pederastia con una conclusión apabullante: más de 400.000 personas (si se extrapola la encuesta realizada entre 8.000 personas adultas) habrían sufrido en algún momento de su vida abusos por parte de un sacerdote o de personas con dedicación próxima a la Iglesia, caso de catequistas o de profesorado de colegios religiosos.
El propio Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha presentado dicho informe con unas conclusiones muy duras respecto a la actuación de la Iglesia Católica, tanto por el alcance de los actos denunciados y su veracidad contrastada, como por el papel que durante todo este tiempo ha jugado la propia institución, que como mínimo puede calificarse como de encubridor. "Hubo un silencio por parte de quienes pudieron evitarlo y no lo hicieron", en palabras del propio Gabilondo.
Gabilondo no entra en grandes recetas para abordar el futuro de las personas afectadas, pero propone que el Estado cree un fondo de compensación para las víctimas, muchas de ellas con una vida "devastada" por este drama que durante años han sufrido en "soledad". Ese fondo, a propuesta de Gabilondo, debería contar con una "significativa" contribución de la propia Iglesia a modo de reparación. La unidad de investigación dependiente de su Oficina ha entrevistado personalmente a 457 víctimas, que han dado su estremecedor testimonio.
Respecto a la Iglesia, Gabilondo señaló que todos sus estamentos eran conscientes de que mayor escándalo todavía hubiera sido no cooperar con la investigación, aunque también ha dejado claro que, desde su punto de vista, la colaboración recibida no ha sido uniforme por parte de todo el clero.
Por ahora, la Iglesia ha obviado emitir ningún tipo de juicio o comentario respecto al informe, pero ha convocado de urgencia una asamblea plenaria extraordinaria de la Conferencia Episcopal, en la que se espera que un análisis de las conclusiones del texto presentado y de la situación que se origina. Quien sí ha hablado ha sido el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ha dicho que España es desde ahora "un país un poco mejor".
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