Conferencia de Presidentes: un fracaso absoluto

Fracaso absoluto de una reunión en la que los barones del PP no entran a hablar de vivienda, financiación autonómica o menores migrantes y piden elecciones generales ya

Juanma Moreno saluda al presidente catalán Salvador Illa.
06 de junio de 2025 a las 19:10h
Actualizado a 07 de junio de 2025 a las 07:04h

La Conferencia de Presidentes se define a sí misma como “un foro de diálogo permanente”. Es posible que fuera así en algún momento, pero hoy por hoy, a la vista del fiasco de la reunión de este pasado viernes, es un órgano en el que ni ‘diálogo’ ni ‘permanente’ tienen ningún sentido acompañando a la palabra foro.

Si la gestación de la Conferencia, su orden del día, su mera oportunidad, ya fue muy complicada, los acontecimientos esperpénticos de esta semana con personajes como Leire Díez, Víctor de Aldama y Pérez Dolset como protagonistas hacían presagiar exactamente lo que ha ocurrido: no había absolutamente nada de lo que hablar, ni los barones del PP han entrado siquiera a valorar las propuestas de Pedro Sánchez ni, viceversa, el presidente ha atendido a las razones de los presidentes autonómicos de la oposición.

En realidad, una vez más, las formas han podido con el fondo… y todos tan contentos. El uso durante la conferencia de idiomas cooficiales como el catalán y el euskera ha servido tanto para que Sánchez ‘cumpla’ con sus socios de legislatura –ERC, Junts, PNV y Bildu– y tienda una supuesta trampa a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso… en la que la propia Ayuso 'ha caído' encantada y cumplido sus amenazas, abandonando la sala durante los discursos pronunciados en esos dos idiomas.

Ese tema es suficientemente simbólico, para definir la reunión: donde uno ve un uso (cabe suponer que) progresista de los idiomas cooficiales, la otra hace como que ‘pica’ a sabiendas de que su actitud en absoluto va a ser cuestionada por sus votantes, al contrario.

No ha habido especial interés del Gobierno de coalición en allanar el camino

Sobre el resto de la reunión, no hay nada que añadir: ni acuerdo sobre la financiación autonómica, ni sobre la vivienda, ni el reparto de la acogida de migrantes menores, ni nada. El PP se ha instalado en la convocatoria de elecciones, en la manifestación del próximo domingo bajo el significativo lema de 'mafia o democracia', y de ahí estaba claro que no se iba a mover… ni tampoco el Gobierno de coalición ha estado especialmente interesado en allanar el terreno para que así fuera.