Buena noticia para Linares, buena noticia para Andalucía. La factoría de Santana en esta ciudad jiennense reabrirá sus puertas próximamente para comenzar la producción de dos modelos del Santana 400. Las perspectivas son buenas, ya que hay lista de espera para hacerse con uno de estos dos modelos –uno diésel, el otro enchufable–, ambos con diseño 'pick up'.
El acuerdo de la Junta de Andalucía con dos compañías chinas, Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet ha sido clave para que la producción de automóviles vuelva a la comunidad, con la creación de doscientos empleos directos entre producción y administración. Para Linares y su comarca se trata de una noticia excepcional, ya que hay que recordar que tras el cierre de la factoría, en 2011, fueron a la calle casi 2.000 trabajadores –aunque 800 de ellos, los mayores de 50 años, consiguieron prejubilaciones–, un palo impresionante para la economía y el trabajo de la zona del que nunca llegó a reponerse, pese a los planes especiales que fueron sucediéndose.
Hay que ser optimistas y pensar en que el inicio de la producción es un 'arranque' y que en los próximos meses el proyecto vaya necesitando de más personal y la automoción vuelva a ser, como fue durante décadas, el sector clave en la economía de Linares y su comarca.
Dicho esto, la Junta haría bien en valorar que Andalucía contara en mayor medida con grandes industrias vinculadas al motor y a otros sectores, como por ejemplo el de los semiconductores. Hay que recordar que durante la pandemia y el retraso chino en facilitar componentes imprescindible para la industria radicada en Europa, la Unión comenzó a pensar en la idoneidad de volver a 'localizar' en su espacio determinadas producciones estratégicas. De aquello poco o nada se hizo y sería interesante volver a retomar dicho asunto, sobre todo si hablamos de una comunidad, como la andaluza, que tiene excesiva dependencia del turismo y que, por mucho que la propia Junta se empeñe en definirlo como industria, no lo es exactamente...