Jerez, empezando por su gobierno municipal, ha recibido un fuerte golpe con la celebración en Granada de la gala anual de los Premios Goya. Se trata de un acontecimiento cultural de primer orden que, aunque nada tenga que ver con la candidatura de Granada a la Capitalidad Cultural Europea 2031, evidentemente se filtra y, por supuesto, es inevitable que sume a la candidatura de la capital nazarí.
En otra escala, es igual que lo ocurrido la semana anterior en el centro de Jerez con la presentación –solo presentación– del futuro Centro Cultural Lola Flores II, no se hace para (la Capitalidad Cultural), pero se aprovecha, igual que el rodaje de series y películas. Es cierto que Jerez está apretando, como lo demuestra también la apertura del Tabanco del Duque como oficina técnica de la candidatura, en la que se agrupan sus 'socios' de Diputación, Universidad de Cádiz y Cámara de Comercio, pero tal vez se eche en falta un poco más de concepto que 'vista' la candidatura, lo que se conoce últimamente como relato.
En este contexto, esta semana se ha dado a conocer que uno de los primeros asesores que tuvo el Ayuntamiento de Jerez en esta aventura, está ahora detrás de la candidatura de Las Palmas. Conviene recordar que Tony R. Murphy, ese es su nombre, hizo un diagnóstico, que no era precisamente halagüeño, sobre el músculo cultural de Jerez y una inversión por habitante por debajo de la mitad de la media nacional. Los servicios Culturalink Consultores se contrataron durante el último mandato socialista, que hay que recordar que fue quien echó a rodar este proyecto.
Desde el comienzo, el gobierno que preside la alcaldesa Pelayo ha hecho de la Capitalidad Europea de la Cultura uno de los ejes de su mandato. Por eso contrató su propio cuerpo de asesores, pero fía buena parte del trabajo a la oficina técnica del Tabanco del Duque y a lo que pueda aportar la ciudadanía. Hay un esfuerzo evidente en que la candidatura salga adelante y Jerez derrote a Granada, a Las Palmas, a Burgos, a Toledo, a Oviedo... pero a medida que pasa el tiempo comienzan a echarse en falta ideas sobre las que se sostenga una buena candidatura, que debe ir más allá del voluntarismo.