El Ayuntamiento de Cádiz ha dado marcha atrás en su normativa de playas en lo que al nudismo se refiere. En realidad, no gustó mucho que la ordenanza que tácitamente permitía el nudismo en las cuatro playas de la capital gaditana fuese noticia nacional y se diese lugar a malinterpretaciones, verdades a medias e incluso algunas chanzas, por lo que se ha optado por dejar las cosas como están, como estaban, hablando más propiamente. Además de las alegaciones recibidas, la primera aprobación estaba sujeta —eso se dijo, sobre todo tras el cierto revuelo que se produjo— a una serie de informes técnicos que, cabe suponer, no han debido ser muy favorables.
Los políticos tienen a veces la tendencia a buscar problemas donde no los hay. Por desconocimiento, por querer recortar plazos burocráticos o simplemente por irse a una visión de máximos de su ideología, en vez de aplicar el sentido común. Algo de eso hay en el tema de Cádiz, ya que, de hecho, conceptos como "moral pública" o "escándalo público" no tienen cabida en la Constitución y hay suficiente jurisprudencia al respecto, por lo que los defensores de este movimiento mantienen que, de facto, la práctica del nudismo o del naturismo, simplemente es libre, en Cádiz y en cualquier otra parte, que no hacía falta dicha ordenanza que el Ayuntamiento entiende que sí al hablar de playas urbanas. Si ahora, en la marcha atrás, se pretende acotar, puede que no se dé realmente una solución al problema y se generen otros.
Porque... ¿Por qué no volver simplemente a ese estatus no escrito de que en Cortadura sí está 'permitido' el nudismo, igual que entre Conil y El Palmar, Caños de Meca, en Bolonia y otras playas de Tarifa, solo por citar varios ejemplos de la provincia en que se práctica el nudismo sin colisión alguna entre los naturistas y los llamados 'textiles'?
El nudismo, traducción pobre del francés 'nude', desnudo —por lo que habría sido más correcto hablar de desnudismo—, es una parte del naturismo, un movimiento que nace a finales del siglo XIX tras la industrialización con la idea de volver "a un orden natural" y creer "en el instinto de los individuos para recuperar la unidad con dicho orden", se puede leer en cualquier folleto sobre este movimiento, que tiene en su origen una indudable impronta anarquista.
"Orden natural", "instinto de los individuos"... solo falta añadir "sentido común" y la polémica que se ha creado de la nada se soluciona.
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