Pasó el debate en el Congreso sobre la corrupción, el congreso del PP y el federal del PSOE sin que se hayan producido grandes novedades en el nudo gordiano en el que actualmente se mueve la política española. Se puede decir que todo sigue igual, pero con más carga, más paletadas de basura entre los dos grandes partidos, que hace mucho que pasaron –ambos– cualquier límite que marque el simple decoro.
Si el PSOE ha mordido hasta la saciedad la foto de Alberto Núñez Feijóo de hace muchos años con un antiguo amigo que fue condenado por narcotráfico, el líder del PP esta semana ha sacado finalmente como munición el rumor a voces de las saunas (es eufemismo) que tenía en Madrid el suegro de Pedro Sánchez. La estrategia del PP está clara, se trata de mantener tensión con un tema de calado –hay que tener en cuenta que un asunto como este permite hablar de otros colaterales como feminismo o prostitución– en lo que rompe algo novedoso relacionado con la corrupción que tienen cercado al PSOE.
La semana ha puesto de relieve también temas importantes, como que los socios de legislatura del Gobierno no estén muy contentos con lo que está ocurriendo, pero al final todos están cómodos, bien por convicción, bien por extracción, con la coalición PSOE-Sumar que sigue gobernando. Por ejemplo, tanto ERC como Junts, en distinto tono, han expresado en el debate su distancia con los socialistas –los primeros estiman que de seguir así las cosas, va a ser inevitable votar, más pronto que tarde, mientras que los de Puigdemont siguen instalados en el desafecto de 'boquilla'– pero todo ello mientras se "encarrila" la financiación singular para Cataluña, que puede ser el próximo foco de debate, incluso con comunidades gobernadas por el PSOE como Castilla-La Mancha y Asturias en guardia, por no decir claramente en contra, ante lo que pueda salir de dicho acuerdo...
No cambia nada: semana que empieza, semana que genera expectativas sobre qué va a ser lo próximo... eso sí, la próxima arranca con el reconocimiento del CIS de que PSOE y PP están en empate técnico.
