Adiós a la 'golden visa'

El Gobierno anuncia que 'cierra la puerta' a la residencia en España a los compradores de una vivienda de 500.000 euros, una medida con la que reafirma el acceso a la vivienda como derecho y no como inversión

Adiós a la 'golden visa'. Pedro Sánchez, durante el acto de inauguración de las obras de la línea 3 de Metro de Sevilla.
Adiós a la 'golden visa'. Pedro Sánchez, durante el acto de inauguración de las obras de la línea 3 de Metro de Sevilla. MAURI BUHIGAS

El Gobierno va a eliminar la denominada 'golden visa', la posibilidad de obtener un visado de residencia y de trabajo en España –y, en consecuencia, la opción de moverse libremente por toda la Unión Europea– para todos aquellos ciudadanos extracomunitarios que invirtieran un mínimo de medio millón de euros en la adquisición de una vivienda (en realidad, se obtenía el mismo derecho invirtiendo la misma cantidad en activos financieros, aunque el 94% de las operaciones detectadas han sido, en efecto, para inversiones inmobiliarias).

El anuncio lo ha hecho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a Sevilla. En tono taxativo, ha afirmado que el Gobierno va a eliminar la 'golden visa' y que "va a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo".

Se trata de una opción a la que se han acogido unos 10.000 inversores desde que fue puesta en marcha por el PP en 2013 como una medida para reactivar la economía. La mayoría son de países latinoamericanos, como México, Venezuela, Colombia, Argentina y Chile, pero también hay rusos y chinos. Se da la circunstancia de que la mayoría de los inmuebles adquiridos están en sitios con fuertes tensiones de precios, caso de Barcelona, Alicante, Palma, Málaga, Valencia o Madrid. Precisamente el 'doble gobierno' del PP en Madrid y medios de comunicación afines llevan cosa de dos años hablando de Madrid como el 'nuevo Miami', precisamente por la compra de inmuebles caros por latinos de alto poder adquisitivo, inversiones que hace unos años hubieran ido rumbo a Florida.

En un análisis rápido se trata de una medida positiva para la resignificación de la vivienda como derecho, aunque de un alcance limitado en la práctica por el volumen del que se trata. No obstante, es un hecho que la parte alta del mercado de vivienda se va a ver menos presionada por grandes fortunas globales, lo que podría generar que se vaya 'permeando' una desaceleración en precios hacia abajo que, difícilmente, pasará de la gama media y eso hablando siempre en zonas muy concretas...

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