Has cometido el grave error de sentirte con ganas de vivir a tus años, de amar, de coquetear, de comportarte con naturalidad.
Has errado en tu camino: no te interesan las actividades que supuestamente corresponden a la llamada tercera edad ni cosas por el estilo.
¿Cuál es el papel que nos corresponde? Tierna abuelita, silenciosa esfinge, como mucho se puede aspirar a ser el resultado de lamentables procedimientos estéticos y teñidos cabellos color rubio/ escoba para ocultar la vergüenza de estar viva.
Pidamos señoras y señores, permiso de paso para SER, pidamos peaje diverso por tener muchas ganas de seguir estando de pie, brincando y bailando con las neuronas a toda máquina y ganas de disfrutar.
Para el entorno social es imprescindible podernos encasillar en algún molde, en algún cliché sociocultural, ¿acaso podemos respirar sin el permiso expreso del entorno?
Después de cierta edad todos somos abuelit@s aunque jamás hayamos engendrado. Se nos supone mucha ternura, también gran ingenuidad autodestructiva y arranques de mal carácter. Y también frágiles, TONTOS de capirote, fácilmente engañables y sospechosos de demencia senil.
Existe un discurso sobreprotector engañoso. Por una parte, grandilocuentes propagandas de medidas sociales (¿sic?) pero al mismo tiempo la inundación infame e innecesaria de internet para gestionar la más mínima cuestión cotidiana en cuanto a la burocracia.
“¿No tiene usted un joven que pueda ayudarla en este protocolo?” (pregunta la avispada técnica de turno cuando llevas una hora luchando con la web del banco donde has depositado TU dinero?)
Ay de ti, si te enfadas, entras en la categoría de siempre: “cascarrabias, caprichosa” Y en ese preciso instante me identifico con el famoso actor pelirrojo que envió a los periodistas a la M…
Como gesto "benefactor“ una cadena de televisión ha lanzado una campaña que no se sabe en qué consiste, pero se supone que hay que luchar contra el “edadismo”.
Por darle martillazos al diccionario que no quede y tampoco hay que privarse de inventar palabros que no sirven para nada porque la supuesta campaña es eso, mera propaganda.
Tal vez tengamos la sabiduría de los años, pero sin lugar a dudas tenemos que armarnos de mucha paciencia.