Los horarios de salir la gente, la difuminación en la práctica de la frontera entre bares musicales y bares normales, incluso la ley anti tabaco…
Pues ya ha salido el Ayuntamiento de Jerez pidiendo consenso —esa palabra que lo mismo vale para un roto como para un descosido— a los vecinos y a los hosteleros afectados por la declaración de ZAS (zona acústicamente saturada). Normal. Probablemente, el gobierno municipal empieza a pensar que lo mismo se le ha ido la mano con esta declaración en distintos puntos del centro de la ciudad —en cuanto se ha empezado a hablar de empleo— pero, ateniéndose a la normativa, no ve una salida clara. Empieza a hablar de a ver qué pasa si cesan las denuncias y que se trata de una medida revisable, pero no pone sobre la mesa soluciones que contenten a todos, seguramente porque no las hay o no las tiene. Los horarios de salir la gente, la difuminación en la práctica de la frontera entre bares musicales (digamos nocturnos por naturaleza) y bares normales (que aprovechan eso que se da en llamar "aguantar el tirón"), incluso la ley anti tabaco… Son cuestiones todas que, sin duda, no son ajenas a este problema.
Como vecino de la zona —vivo a menos de doscientos metros de una de las tres ZAS del centro— quiero dejar claro, y para que se me entienda bien, que luego hay gente que lee muy deprisa, que estimo que el descanso es un derecho y el ocio nocturno es una opción. Una vez dicho, otra cosa es pensar, como pienso, que se ha hecho tabla rasa con la declaración de ZAS en tres zonas cuya problemática (origen, trayectoria, alcance, soluciones) poco o nada tienen que ver... Aquí va un vistazo que solo puede ser somero, tanto por el espacio como por la edad, ya tirando a provecta para el estudio de campo, de quién lo escribe.
Plaza del Clavo. Ahí en realidad solo hay un bar y nos entendemos todos diciendo que es un bar bar. Orientado a cofrades o no, ese bar casi siempre ha cerrado tarde los fines de semana. Este cronista ha estado allí varias veces, en una anterior gestión, más allá de las tres de la mañana en sus veladores de pie (vale, está mal, pero si hay unas 30 personas, total, una más…). Hace años que no voy y un par de meses que no paso por ahí a las tantas, creo que ha bajado el "nivel" (en la medida en que ha subido la presión vecinal), aunque…
Plaza Vargas. Un clásico… Con presencia policial constante los fines de semana desde hace casi dos años, el negocio ha bajado en esta zona clásica de la noche de Jerez, con varios establecimientos ahora cerrados… En cualquier caso, lo que menos entiendo respecto a este espacio son las distintas negociaciones que se han ido produciendo en las que se apostaba por la peatonalización de la plaza para que los bares nocturnos pudieran sacar terrazas y reconvertirse en bares de tapas, etc, como posible solución ante las reiteradas y prolongadas quejas de los vecinos por ruido nocturno. Vamos a ver… bares que, en definitiva, llegado el caso, tenían (o tienen) toda la intención de tener dichas terrazas los fines de semana hasta las dos de la mañana (o así) como ocurre en otras plazas del centro. Ruido, pero legal (sin la ZAS). Entonces, ¿de qué se ha estado hablando? No parece que esto solucionara problema alguno… Además, aquí hay sitios muy distintos, hay locales con doble puerta que no permiten sacar copas y otros en los que directamente se puede pedir con pie y medio desde la calle…
San Pablo. La madre de todas las batallas. El sitio de moda desde hace varios años. Cinco bares muy distintos en el callejón, casi otros tantos en los aledaños, contando un restaurante, una hamburguesería, etc. Esta es la calle cuyos hosteleros pidieron la ZAS para que no abrieran más locales en la calle —las buenas lenguas dicen que apelando a la responsabilidad ante lo que ya había; las malas que mejor dividir la tarta entre cinco que entre seis o siete—, pagan seguridad privada en la calle los fines de semana, han puesto climalit a los vecinos que lo han solicitado… medidas que hablan de la consciencia del buen momento que vivían y de su voluntad de evitar problemas… pero son hosteleros que aparente —e increíblemente— se han olvidado de leer en la letra pequeña de la ZAS la restricción en el horario de veladores, un auténtico boomerang contra sus intereses.
Bien, las espadas están en todo lo alto. Los hosteleros —sobre todo los de San Pablo— están presionando en redes sociales, hablan ya de destrucción de empleo e incluso amenazan con cerrar determinados días para poner en evidencia lo frágil de la oferta de ocio nocturno en el centro. El asunto seguirá dando titulares los próximos meses, seguro.
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