José Luis Rodríguez Zapatero en Cádiz.
José Luis Rodríguez Zapatero en Cádiz. MAURI BUHIGAS

Si algo está marcando la campaña desde hace días es la irrupción de José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente que sufrió como nadie las acometidas de la derecha representada por el Partido Popular y que tiene en su haber nada más y nada menos que el fin de la violencia terrorista de ETA. Zapatero ha vuelto con ese estilo relajado propio de quien ya sufrió lo suyo en sus años de gobierno pero ha conseguido sobreponerse a esa espiral inconscientemente autodestructiva de quienes han padecido la soledad del manager de la que escribiera tan magistralmente Vázquez Montalbán.

Hacía falta en la campaña socialista alguien que tomara distancia con la purpura del poder para poder llamar a las cosas por su nombre. Lo más reciente, ocurrido hace cuarenta y ocho horas en el mitin de Asturias ha sido el requerimiento del teletipo de Feijoo. Algo tan sencillo y capaz de penetrar inmediatamente en el pensamiento de quien lo escucha como cuchillo en mantequilla. Probablemente ha sido Zapatero quien mejor ha retratado la personalidad falsaria del candidato Feijoo y también quien lo ha hecho de manera más creíble.

Y probablemente también haya sido quien mejor ha formulado el nudo gordiano del riesgo que supone para los derechos de la ciudadanía la victoria de la derecha en las elecciones de este 23J. La frase es muy sencilla, pero al mismo tiempo se necesitaría una ponencia para explicarla en su totalidad, lo de que “el problema no es Vox, el problema es el PP” se ha convertido en una enmienda a la totalidad a quienes esgrimían el miedo a Vox como elemento principal a la hora de decidir el voto.

Porque coincido con Zapatero en que Vox no es ningún problema por sí mismo ya que sin la connivencia del PP y su voluntad de integrarlo en gobiernos municipales y autonómicos quedarían instalados en la marginalidad de los radicalismos. Por lo tanto, el auténtico problema es el PP que ha blanqueado a la extrema derecha con afirmaciones como las del propio Feijoo con relación al socio valenciano de Vox de quien dijo que tuvo un “divorcio duro” cuando en realidad era un maltratador convicto y confeso.

Y qué puede haber motivado en estos momentos el retorno de Zapatero además de la lógica solidaridad con el Partido Socialista y con su candidato, yo creo que el riesgo seguro de pérdidas de derechos ciudadanos de los que él y sus gobiernos fueron precursores. Si los gobiernos de Felipe González llevaron a cabo la tarea de normalizar la democracia en nuestro país y con ello un impulso sin precedentes a los derechos laborales y el desarrollo económico y social, fueron los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero los que consumaron la modernidad democrática de España con una fuerte profundización en los derechos de la ciudadanía. La igualdad en todos los aspectos fue la búsqueda permanente de los gobiernos de Zapatero y es esa la esencia de todo lo que buscan derogar Feijoo y Abascal, quizás por ello tenga el expresidente una motivación extra.

 Pero fuere por lo que fuere bienvenida sea la frescura de la experiencia porque buena falta hacía en una campaña como la que habíamos empezado a sufrir.

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