Las denuncias por pinchazos, posibles casos de sumisión química, crecen en Andalucía.
Las denuncias por pinchazos, posibles casos de sumisión química, crecen en Andalucía.

Con bastante frecuencia podemos constatar que la globalización afecta también a los imbéciles y su última manifestación es pinchar a las mujeres en los lugares de ocio. En España el fenómeno es reciente, pero no por ello menos preocupante, en las últimas semanas hemos podido comprobar que esta tendencia idiota está tomando cuerpo en nuestras discotecas y bares de copa.

Estamos ante un fenómeno de riesgo más allá de la conocida sumisión química, se trata de una nueva forma de machismo que preocupa cada vez más a las mujeres a la hora de salir a pasar un rato. El pinchazo en sí puede producir daños físicos, nada despreciables como la inoculación de drogas que afecten a la voluntad de las chicas o cualquier infección indeterminada. Pero lo que si se ha producido ya de manera generalizada es el daño sicológico traducido en el miedo a salir y disfrutar del ocio. Conviene extremar la seguridad de esos lugares de ocio y poner coto cuanto antes a estos imbéciles virales a los que yo les pincharía en los …..

Y puestos a pinchar de nuevo, la emperatriz madrileña se ha vestido de puercoespín para intentar desinflar el plan de ahorro energético del Gobierno con su viral: Madrid no se apaga. De nuevo su factoría de ficción le ha proporcionado el eslogan adecuado para su permanente insumisión ante todo lo que el Gobierno de España pone en marcha. Poco le importa a Ayuso que su propio líder nacional, Feijóo, proclamara hace pocos días la necesidad de ese plan, y es que como yo comentaba a un amigo popular en vísperas del Congreso de su partido el mayor peligro para Feijóo era de nuevo Díaz Ayuso y su asesor de cabecera que tiene puesta la vista en Moncloa.

El nuevo coordinador popular, Bendodo, ha tenido que sacar lo mejor del tahúr del Guadalhorce que lleva dentro para no provocar el primer choque público entre la dirección nacional y la Presidenta madrileña, y es que de casta le viene al galgo. Y yo no sé si Madrid se va a apagar o no pero las primeras chispas han sido de tamaño considerable y resulta muy probable que Madrid arda.

Y otro pinchazo considerable ha sido el del globo de la subida de los carburantes y del precio de la luz, en este caso por la conocida excepción ibérica que Sánchez consiguió de Bruselas de la mano del primer ministro portugués. Y es que más allá del principio físico de que todo lo que sube baja, a pesar de los especuladores del mercado energético, la lógica lleva a pensar que no hay mal que cien años dure. Y resulta sorprendente que determinados medios de comunicación ignoren las bajadas y magnifiquen las subidas, aunque por ahora parece que sólo hablan de los cubitos de hielo  como si de una especie en extinción se tratara, vaya pinchazo...

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