Sebastián Pérez junto a Juanma Moreno, en un acto del PP en Motril. FOTO: PP
Sebastián Pérez junto a Juanma Moreno, en un acto del PP en Motril. FOTO: PP

Sebastián se ha ido y como si de un moderno Boabdil del siglo XXI se tratara ha decidido entregar las llaves del PP granadino en forma de dimisión como presidente provincial del Partido. Sebastián ha querido anticipar su particular Brexit, eso sí, manteniendo su acta que la vida da muchas vueltas y no es cuestión de tirarse a las bravas de ese tiovivo en el que él lleva subido desde que tenía uso de razón.

Yo conocí personalmente a Sebastián cuando llegué al Senado allá por el año 2015. Lo de personalmente es un decir casi metafórico porque creo que era el único senador del Partido Popular que nunca me dio ni los buenos días por los pasillos por lo que llegué a pensar que, o él era muy introvertido, o tal vez cuando me lo cruzaba yo gozaba del don bendito de la invisibilidad. Tampoco es que me importara mucho su introversión porque la falta de feeling era mutua. Representaba lo más rancio del PP andaluz sólo superado en ocasiones por el actual Consejero de Salud, el señor Aguirre.

Pero he aquí que de repente su marcha me ha podido conmover porque se ha ido como hay que hacerlo, no dejando títere con cabeza en la jerarquía popular desde Madrid a sus Alpujarras queridas, y todo porque ese advenedizo cambiante de Luis Salvador no ha querido compartir la legislatura sabiendo que tiene la sartén por el mango de los gobiernos de Málaga y la Región de Murcia y quién sabe si no también de la Comunidad madrileña y el Ayuntamiento de la capital.

Lo que le ha pasado a Sebastián es de manual de primero de cambalache, ese que PP y Ciudadanos con la inestimable colaboración de Vox han convertido en el eje de sus relaciones para conseguir el poder a cualquier precio. Y mientras tanto Sebastián se va pero se queda, y todo porque Luis Salvador le ha quitado la presidencia de la Comisión de Contratación ahora que hay que adjudicar muy pronto el transporte y la limpieza de la capital granadina, y es que esta derecha de toda la vida no sabe vivir sin las contrataciones.

Pero a mí, que en política me gusta siempre poner las luces largas, me da que esto de Sebastián tiene más recorrido, por cierto bastante sinuoso si nos atenemos a las declaraciones de Feijoo este mismo viernes en respuesta a Arrimadas que en su desesperación post-Albert ha asumido el España Suma que se sacó de la manga Casado hace unos meses y que Rivera desdeñó con la altivez de quien intuye que el camino no era otro que ir de victoria en victoria hasta la derrota final. La propuesta de Arrimadas huele a entreguismo sin condiciones, a tanatorio político y a sálvese quien pueda, de ahí que Cayetana, rápida de reflejos, le haya puesto un alto precio a la rendición. Y Sebastián que sabe de esto un rato ha cogido la puerta antes de que se la cierren y lo dejen encerrado allí dentro porque sin contrataciones la vida no tiene sentido.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído