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"Nos han hecho machistas y ante eso sólo cabe educación e implicación de todos, mujeres y hombres. Nadie, ni el más comprometido con la igualdad, está libre de cometer un micromachismo...".

El  principal problema para que una ideología tan de cajón como es el feminismo no sea abrazado por todos es no ser capaz de hacer entender que su fin no es de ocupar la situación de privilegio que disfruta el hombre, sino de sustituirla por otra de equidad. Y hay posturas que no ayudan a ello. “Ante la duda, tú la viuda”, “todos los hombres somos violadores en potencia”. He oído ese tipo de frases de boca de influentes feministas. No creo que sea una buena estrategia hacernos sospechosos a todos los hombres, ni dar munición a quienes les interesa ofrecer la imagen de que lo que trata de imponer el feminismo es la hegemonía de la mujer.

La lucha contra el machismo no es una partida de ajedrez, en que hay que eliminar al contrario, sino de damas chinas, en que hay que dar la vuelta a las piezas del oponente. Los hombres (machistas o no) no vamos a desaparecer de la faz de la tierra. En vez de eso, el reto es convertirnos en feministas.  Yo quiero estar en ese bando.

Hemos crecido con cuentos de princesas que subordinaban su felicidad a casarse con sus príncipes azules, superhéroes que salvaban a la humanidad mientras su mujeres les planchaban las camisas, modelos corriendo por la playa con las tetas fuera para anunciar desodorantes o reportajes sobre los tacones que visten las medallistas olímpicas. Nos han hecho machistas y ante eso sólo cabe educación e implicación de todos, mujeres y hombres.  Nadie, ni el más comprometido con la igualdad, está libre de cometer un micromachismo, conductas instaladas durante generaciones en nuestro subconsciente. Criminalizar a quien lo comete no le va a comprometer más a la causa. Hacerle comprender, sí.    

Así que mejor que hacernos sospechosos o rivales, ayúdennos a entender. Porque es difícil alistarte en un bando que te señala como el enemigo. Y porque no voy a aceptar que soy un violador en potencia por nacer hombre en una sociedad machista. Así, que no me eliminen de esta partida. Mejor ayúdenme a darme la vuelta. 

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