Desde luego, en una situación social como la española en la que unos pocos abusan descaradamente de los demás en el mundo inmobiliario, la bolsa de la compra, la inseguridad, la pobreza y el puritanismo ideológico, que haya surgido un colectivo corrupto desde el llamado progresismo es útil para el bando contrario, el que quiere no solo ganar las elecciones sino gobernar. Pero ya el personal sabe que la política corrompe y corrompe, sobre todo, a los más mediocres. ¿Cuándo se han visto en otra situación como ésta una serie de nombres que no tienen donde caerse muertos? El colectivo presuntamente corrupto no es inteligente, pero listo sí, sabe echar cuentas y meter la mano, lo que ignora es cómo hacer para que no te acaben descubriendo, son presuntos y pardillos ladrones.
Muy bien, pues este personal ya veremos si, finalmente, cuando lo diga la Justicia, es o no corrupto y en qué medida. Mientras, los medios de comunicación politizados hacia las derechas ya los han condenado y millones de personas también. Y otros medios que son de la cuerda progresista hacen lo que pueden defendiéndolos y buscando a algún concejal derechoso que haya colocado una tienda de campaña en medio de un sembrado de papas, lo que sea para contraatacar y dejarnos con la idea que tantos mantienen: todos los políticos son iguales, con lo cual estimulan la abstención electoral y el odio, eso sí que es estimular odio, un día y otro atacando a los mismos -sean progresistas o de la fachosfera- insultándolos, desprestigiándolos, eso sí que crea odio y por supuesto no es periodismo, es propaganda y de la dañina.
Vale, la corrupción da votos porque en el fondo hay gente que envidia no tener tanto dinero como los corruptos y porque eso de que “mire lo que están haciendo con su dinero” es efectivo. Sin embargo, el tema de la corrupción política está en las entrañas de los pueblos desde hace siglos. En México tienen asumido que todo presidente roba o robaba, lo que sucede es que, como me dijo una vez un mexicano, a veces se pasan robando y eso ya cabrea.
Si se tiene más o menos introyectado que el poder roba -todo poder, el empresarial y el bancario también, pero ése lo hace legalmente- se necesita otro factor para intentar llevarse a la gente a la urna con la papeleta que se desea. Y entonces hay que ablandar los corazones, hay que intensificar las emociones, no tanto asunto de cartera, lo bueno es el corazón, lo que moviliza más es un corazón reblandecido que domine a la cabeza. Entonces llega el tema de los cribados de mamas.
¿Qué tenemos aquí? Uno, hay que defender a las mujeres. Dos, las mujeres son básicas para que en las urnas venza Pedro Sánchez. Tres, cada vez más mujeres quieren votar a Vox, ¡a Vox! Y al PP. Hay que actuar con rapidez, buscar algo gordo, golpear el corazón. Ya bastante golpeado estaba y está con lo de Gaza, pero eso, a fin de cuentas, queda lejos y se olvida (“no dejes de hablar de Gaza”, me dicen los mensajes que recibo de parte de los místicos). Vale, Gaza, sí, pero necesitamos algo más impactante y cercano. ¡Las mamas!
Alguien se entera del escándalo, se lo dice al partido, el partido al medio de comunicación amigo y el medio de comunicación ve el cielo abierto para lograr ayudar al señorito en sus aspiraciones electorales presentando por supuesto el escándalo a la opinión pública como una primicia de servicio público fruto de la investigación periodística que los jefes de redacción se toman con todo interés y les dicen a sus subordinados: muchachos y muchachas, leña al mono con esto para las próximas semanas, por lo menos, vayamos más allá de Sevilla, busquemos cánceres desatendidos por todas partes donde esté el PP en la poltrona. Y vale hasta el testimonio de una mujer que afirma que se hizo una prueba hace cuatro años y aún espera los resultados, nadie, ningún periodista le pregunta: “Señora, ¿no le ha importado a usted su salud en ese terreno mamario desde hace cuatro años?”.
El sufrimiento, una vez más, como con Gaza, se pone al servicio del voto perdido y de la anhelada audiencia multitudinaria. La Junta de Andalucía del PP es un desastre en Sanidad y es cierto que lo es, el PP es de derechas y a las derechas les sobra el Estado menos cuando les van mal los negocios y hay que abrir la alcancía pública para salvar bancos de la quiebra como en la crisis de 2008.
El recién premiado filósofo Byung-Chul Han le echa la culpa de nuestros males al liberalismo y al neoliberalismo, otro socialdemócrata que calienta, pero no quema y repite, corregido y aumentado, lo que decían ya los socialistas en el contexto del siglo XIX con la diferencia de que ellos daban una salida enérgica, clara y decidida y el coreano no, se queda en el bla, bla, bla para los progres que lo han distinguido o en las palabritas típicas y tópicas.
La derecha lo que quiere es privatizar, a pesar de que fue ella quien empezó a desarrollar medidas sociales para los trabajadores, no por filantropía sino por egoísmo. Me imagino a las compañías de la sanidad privada presionando para llevarse más porciones del pastel público. Los medios de comunicación progresistas que ponen verde a la Junta del PP o al PP allá donde esté, callan ante las irregularidades que se dan en la sanidad privada no sea que les retire la publicidad.
Una vez escribí en un diario una experiencia personal de abandono sanitario que tuve en Quirón Salud y rápidamente me tiraron de las orejas porque alguien llamó al medio para que me riñeran. En otra ocasión, en Vithas, después de tenerme casi todo un día esperando, me ingresaron una noche para que un médico me examinara al día siguiente y como tampoco pudo ser ya querían dejarme otra noche a lo que me negué y me largué a mi casa. Estos quieren trincar por donde sea y son bastante intocables. Una noche más de un funcionario de Muface en el hospital, para nada, sin necesitarlo, un poquito más de dinero público a la butxaca y tacita a tacita…
La Sanidad debe estar en manos públicas en exclusividad, cuando hay dinero y accionistas de aquí y de allá la salud y el juramento hipocrático pasan a un segundo plano, digan lo que digan, a ver si nos quieren tomar por idiotas. Ahora bien, los que han puesto el grito en el cielo por las tropelías del PP ya empezaron a fallar en sus programas del cuidado de la mujer y el cáncer de mama cuando estaban en la Junta, eso se lo han callado los medios de comunicación amigos del progresismo y de la mujer, yo conozco al menos dos casos claros de cáncer de mama que comenzaron a sufrir la desidia del programa especialmente creado para ellas, para la mujer, en etapa del PSOE.
Si se quiere apostar por el progresismo habrá que saber de qué va el progresismo, no este engendro que nos pasan por tal. ¿Quién ha inventado en la España posfranquista los conciertos con la sanidad y con la educación privadas en lugar de fundar muchos hospitales y colegios públicos? ¿Quién ha privatizado casi todo el sector público que creó el derechosísimo generalísimo don Francisco Franco? Oh, ¡pero si han sido los progresistas y los conservadores y estos neoprogresistas siguen con lo mismo!
Entonces, supongo que habrá que pensar en dejar de robar (presuntamente) y de mirar tanto la mota de polvo en el ojo ajeno para echar cuenta de la viga en el propio. Las mujeres y todos los enfermos sean del sexo que sean y padezcan lo que padezcan, merecen un respeto por parte de los gestores políticos y no esta movida mediática mirando siempre por el voto y la audiencia, utilizando el sufrimiento para la ocasión en lugar de emprender muchas más acciones que el simple griterío y demostrar que el movimiento se demuestra andando.
El griterío por ahora nos llega desde quienes se tienen por progresistas. Sin embargo, lo que yo he visto es un importante hospital recuperado en Sevilla en 2023 al que el progresismo del PSOE en general y de la señora Montero, en particular, habían dejado abandonado casi quince años. Luego ha llegado esta tropelía de los cribados de mamas y al PP se le ha visto el plumero -junto con otras irregularidades- de un partido que tiene que contentar a una sanidad pública y a otra privada.