El Cachorro y Pepe Mujica

Pepe Mujica es historia viva, El Cachorro es historia mágica, por eso no morirá nunca del todo

José Mujica, expresidente de Uruguay, tomando mate en una imagen de archivo.
18 de mayo de 2025 a las 09:50h

¿Cometo una irreverencia si comparo El Cachorro o Cristo de la Expiración con Pepe Mujica? Creo que no, cada cual es libre de comparar lo que desee. El Cachorro forma parte de la tradición religiosa católica, Pepe Mujica de la historia de los seres humanos. El Cachorro se pasea por las calles de Sevilla y de Roma, Mujica por las calles del olvido, sus sabias palabras sirven y servirán para adornar las redes sociales o los estados en los wasaps. El Cachorro está expirando, Mujica ya ha expirado. El Cachorro siempre estará expirando, no morirá del todo jamás y si muere resucita. Pepe Mujica estará sumergido en una montaña de digitalización e Inteligencia Artificial por entre cuyas rendijas asomará sus ojos de cuando en vez gracias a algún nostálgico.

El reino de El Cachorro no quiso ser de este mundo, su estrategia iba por otros derroteros. Era hijo del Padre Nuestro que está en los cielos. Mujica fue hijo de la tierra, fue una excepción a la regla por la que nos regimos los humanos. El expresidente de Uruguay deseaba que su reino -que no era suyo sino de todos- se hallara en este mundo, si posible fuera. Por ahora no lo es. El Cachorro y Mujica fueron apresados y torturados por los poderes, pero El Cachorro murió, resucitó y subió a los cielos, Mujica murió en la tierra y aquí se queda por si alguien lo puede despertar en el futuro. Por el momento, el Cristo y el filósofo sólo tienen algo en común: sus idearios han fracasado. Para comprobarlo, ellos y ustedes, no tienen más que mirar a su alrededor y observar el comportamiento de sus seguidores. El que tenga ojos para ver que vea, el que tenga oídos para oír que oiga.

Eso les sucede a las personas fuera de serie, fuera de lo común: una cuestión son ellas y otra bien distinta quienes dicen seguirlas. Normalmente, las obras e ideas de los grandes cerebros mueren con ellos y luego resucitan en las mentes de los demás como farsas. En efecto, señor Marx, la vida primero se vive como realidad y luego como farsa.

Echando una ojeada al mundo político, en general, vemos puertas giratorias, chanchullos, endogamias, olvidos de la gente a quien se representa, corrupciones y corruptelas, malos modos, malas palabras e incluso buenos servicios auténticamente públicos. Si esto último no fuera la excepción no haría falta recordar a Pepe Mújica ni rezarle a El Cachorro.

Dos incendios ha superado El Cachorro, uno durante la Segunda República española -un intento de quemarlo por parte de algún descerebrado que hoy se consideraría progresista- y otro fortuito en 1973 que calcinó a su madre, la Virgen del Patrocinio, mientras que El Cachorro resultó sólo con quemaduras en las piernas gracias a que un currante de esos a los que dicen defender los llamados sindicatos de clase, Rafael Blanco, se jugó la vida colándose en la capilla del Cristo a base de romper maderas y cristales. Murió en 2017. Era de Alcalá de Guadaira, ciudad del área metropolitana de Sevilla. Dicen las hemerotecas:

“Rafael era un joven de 27 años que trabajaba en un polvero de la calle Castilla de Sevilla, justo enfrente de la capilla del Cachorro, el crucificado que atesora uno de los patrimonios devocionales de Sevilla y una de las obras de arte fundamentales para entender la imaginería española del XVII. Sobre las tres de la tarde del 26 de febrero de 1973 una mujer grita que la iglesia de está quemando y toda la calle se sobresalta. El grito desgarrado se multiplica al comprobar como sale el humo del techo del edificio. Dentro estaba el Cachorro, la imagen ante la que todos habían rezado tantas veces. La gente pedía que se llamara a los bomberos en medio de una situación general próxima a la histeria.”

“La mente de Rafael se movió con la rapidez de los momentos críticos. Pensó en su iglesia de San Sebastián de Alcalá y en su imagen del Cautivo y sintió lo que sentiría si fueran ellos quienes se estuvieran quemando. Desde ahí su mente trazó una posible ruta para escalar por la pared de la capilla hasta llegar a un balcón superior. Pensado y ejecutado. Apoyándose en unos candelabros adosados a la pared y en una ventana trepó hasta el balcón. Abrió la puerta de un empujón y accedió al interior de un templo en el que no había estado nunca. Allí se encontró un espectáculo dantesco. La iglesia ardía como una tea, las llamas habían convertido a la Virgen del Patrocinio en un montón de cenizas desmoronado en el suelo y las llamas lamían los pies del Cachorro. Aún no se explica cómo pudo atinar a encontrar el recorrido para bajar y llegar a la puerta pequeña del templo. La abrió y comenzó a entrar gente”.

“Rafael salió corriendo al altar, a socorrer al Crucificado. De nuevo pensó rápido. Sacó las flores de un jarrón y echó el agua de su interior sobre los pies de la imagen que estaban ya ardiendo. Alguien abrió las puertas grandes del templo y las llamas se avivaron al tomar el oxígeno que llevaba desde el interior. Rafael siguió retirando los elementos del altar de cultos que ardían amenazando a la imagen. No le importaron las llamas ni el humo que le entraba en los pulmones. Cuando llegó a su casa llenó dos bañeras de agua negra al quitarse la tizne que tenía por todo el cuerpo”.

Ahora, aquel Cristo salvado de las llamas -con razón afirmó que vino a encender hogueras, no a apagarlas- se ha paseado por Roma. Su madre, la Virgen del Patrocinio, murió, pero, en el mismo año 1973, la resucitaron unos versos del novelista, historiador y poeta José Luis Ortiz de Lanzagorta -tuve el honor de que me impartiera clases de literatura y me corrigiera algunos poemas-, versos que publicó en un librito que él mismo me regaló. Se llama Funerales para una virgen.  Aquello fue un resucitar literario, pronto se produjo otro escultórico.

Pepe Mujica es historia viva, El Cachorro es historia mágica, por eso no morirá nunca del todo. Por el momento -si nuestros cerebros no evolucionan- las palabras de Mujica no es que caigan del todo en el barro del olvido, pero sí tendrán que luchar como tantas otras contra el egoísmo innato del humano. Si no existiera ese egoísmo no estaría yo ahora escribiendo sobre El Cachorro y sobre Mujica, una persona que, en lugar de aprovecharse de su cargo, lo ostentó, sirvió y luego se fue con su inseparable Lucía a cuidar de su casa, de sus animales y de su cerebro. He conocido a pocos políticos así: tal vez José María Romero (PSOE-UGT) o Julio Anguita (PCE). Y como sindicalista a José Acosta (CCOO).  

En realidad, sus reinos, por ahora, no son de este mundo que, para colmo, está entregado al juego de los cacharros y las novedades digitales. Por ejemplo, según la newsletter de tecnología Awesomething:

Apple está preparando una función para sus Apple Vision Pro para que pueda usted hacer scrolling con los ojos. ¡Qué divertido, scrolling!

Microsoft permitirá activar Copilot en Windows con solo decir 'Hey, Copilot'. Lo mismo que con Alexa o el ya extinto 'OK, Google', pero para su ordenador. ¡Qué guay!

TikTok le va a dejar convertir fotos a vídeos usando IA. Serán clips de pocos segundos y, en teoría, pasarán antes un filtro para que no pueda usted crear contenido inapropiado que perjudique a terceros (rollo deepfake). La app también está usando IA para añadir descripciones en texto de fotografías subidas por los usuarios para facilitar a personas con discapacidad que puedan comprender estos contenidos publicados. No obstante, los propios autores de las fotos pueden añadir a mano estas descripciones. ¡Qué maravilla y qué solidario! ¡Cuidando lo que sea deepfake! ¡Superestupendo, oye!

La agencia de viajes Expedia ha lanzado una herramienta para convertir reels de Instagram en guías de viaje personalizadas. ¡No me lo puedo creer! ¡Con lo que nos gusta viajar y ahora convertir reels!

Los timbres y cámaras de la marca Arlo incluirán un plan de suscripción que le permitirá cuidar su casa sin hacer nada. Si las cámaras detectan a individuos o incluso fuego, le enviarán una captura con una explicación generada por IA para alertarte. Y si los micrófonos escuchan gritos, ladridos, ruidos extraños o disparos, también te lo enviarán con una explicación. ¡Ah, qué bien! ¡Me siento seguro, como con Franco! ¡Ojalá detecte hasta las ventosidades de mi mascota para que, si estoy fuera, pueda saber cómo tiene la tripita!

Google usará Gemini para insertar anuncios contextuales en YouTube. ¡No se pué aguantá! ¡Nada menos que Gemini!

Las frases entre admiraciones son mías, no de la newsletter, quede claro, cosas de viejos a las que no hay que echar cuenta. Se habrá fijado usted en que en wasap hay nuevas aplicaciones y conducciones hacia la Inteligencia Artificial (IA). ¡Yo es que alucino con tanta promoción del conocimiento gracias al progreso!  

Un mundo que se ve retado a “jugar” y estar al tanto de docenas de novedades al día en el terreno tecnológico y que debe permanecer al tanto de muchas de ellas si desea ganar el pan nuestro de cada día y ya veremos cuánta cantidad de pan, ¿cómo va a estudiar y asimilar tanto las palabras de Pepe Mujica como las enseñanzas de la Historia en general? Tendrá que rezarle a El Cachorro para alcanzar el milagro de no convertirse en carne de cañón para el atoramiento de su mente o en un proletario digital kleenex de usar y tirar. La tecnología y su ciencia mal empleadas y comercializadas hasta el totalitarismo, en efecto, están terminando de matar a El Cachorro y a los Mújica que, por fortuna, aún nos queden, supongo. El entretenimiento y la lucha encarnizada de las tecnológicas es el fuego que achicharra la memoria de Pepe Mujica y no sé de ningún Rafael Blanco que lo salve de las llamas.

No hay que amilanarse, si se quiere, hay tiempo para todo. Pero no se quiere ni se puede. ¡Sálvese el que pueda! El mundo que viene es mejor, gana cada día en colorido, es un festival de Eurovisión crónico que proyecta humo inofensivo y feliz, sin embargo, sigue cabalgando sobre la farsa, como siempre. Variaciones sobre un mismo tema. Variaciones que se repiten pero no se repiten. Ya lo dijo Voltaire: la historia no se repite, se repiten los humanos.