Volviendo de la facultad me crucé con una chica de la ONG, Médicos sin fronteras. Me abordó y sin preámbulos me fue contando donde actúan y cómo actúan. Uno de los lugares en conflicto es Siria, donde por culpa de las disputas por la hegemonía del poder se ha inutilizado uno de los hospitales más importantes de Alepo.
Una cosa me llevó a otra y aquí voy escribiendo sobre los fallos que ha tenido, tiene y desgraciadamente seguirá teniendo la humanidad.
Para poder ilustrarlo me voy a basar en la saga literaria “Divergente” y teoría de las facciones.
Abnegación:
Es la facción de los altruistas, donde no existe la envidia ni la codicia, la facción fue formada por aquellos que creían que la culpa de los errores cometidos en el pasado era del egoísmo.
Los que cada día cometen el error de olvidar y distorsionar la idea de generosidad. Pueden estar en la sociedad como en las instituciones que deciden por nosotros, a veces sin ser elegidos por votos.
Hay que salir de la idea de que ayudar es cosa de otros y entrar en la cooperación, la cadena de favores deja de ser utopía cuando se da el primer paso hacia la empatía de situaciones.
Verdad:
Los veraces cultivan incansablemente las virtudes de la imparcialidad y la honestidad. Cada día buscan la verdad para dar a la sociedad unos líderes dignos de confianza.
Para llegar a ser dignos de seres humanos moralmente aceptables se ha de abandonar la idea que corromperse es una situación que se aguanta, se perdona o se respeta.
Nunca se puede llegar al ideal de buen estado, cuando tus personas de confianza para llegar a lo máximo roban a los de abajo, porque cuando te caigas de esa cima ¿Quién te va a recoger?.
Erudición:
La facción fue formada por aquellos que culpaban a la ignorancia por los errores del pasado, a fin de eliminar la ignorancia de las mentes humanas.
Matar a la cultura en un país es garantizar la obediencia sin preguntas. Para el progreso se ha de tener herramientas y sin ellas el avanzar es una quimera.
En una economía de austeridad se ha de velar porque el aprendizaje no sufra daños sino que se mime para un futuro de racionalidad con fundamentos.
Cordialidad:
Los principales valores de los cordiales son el respeto, la fraternidad y la paz.
En un mundo donde el que “vence” y el que “pierde” es por los recursos bélicos, es un lugar donde no quiero vivir. Las personas han de respetarse, al menos, en el plano social, esto a su vez depende de cómo fluyen las relaciones personales, pero, donde no han de influir en la discrepancia factores raciales o de condición sexual, porque sino has perdido.
Osadía:
Los osados son personas valientes que nunca sienten miedo ni dudas.
Cuando sufres una injusticia has de luchar porque sino lo haces tú nadie lo hará por ti. Hay que sentir, como diría Ernesto, cualquier injusticia como propia porque así es cuando se consigue la fraternidad entre pueblos.
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