Y ese día, a lo largo del viaje, fue cuando pude comprobar que cuando dos personas encajan, y aunque sean dos perfectos desconocidos, apenas unos minutos son necesarios para que salte la chispa.
Hace unos días volví en Ave a Jerez desde Tarragona. Era entre semana y el vagón iba bastante vacío. En la misma fila que yo, pero del otro lado del pasillo, una chica de unos 30 años también viajaba sola.
El tren paró en Zaragoza y algunos, aunque pocos, pasajeros subieron a nuestro vagón. Entre ellos, un chico moreno de treinta y tantos, que precisamente tenía asignado el asiento al lado de mi vecina de viaje. ¿Casualidad? No claro.
Y ese día, a lo largo del viaje, fue cuando pude comprobar que cuando dos personas encajan, y aunque sean dos perfectos desconocidos, apenas unos minutos son necesarios para que salte la chispa. En su caso, pasaron de ser desconocidos a ser pareja en lo que tardó el tren en ir de Zaragoza a Córdoba.
Fue bonito ver como a cada rato que yo levantaba la mirada de mis notas de trabajo, ellos habían avanzado en su relación. Empezaron hablando animadamente y con sonrisas cómplices en sus labios. Compartieron la comida que uno de ellos llevaba. También vi como uno a otro se ponían sus canciones preferidas en el móvil, y las compartían con los mismos cascos. Un auricular para cada uno. Luego vinieron las manos entrelazadas y las miradas intensas. Y un beso que fue la envidia de todos los que estábamos cerca. Él bajaba del tren antes, en Córdoba. Ella en Sevilla. Pero quedaron en encontrarse esa misma noche. Se intercambiaron los teléfonos y se dieron un abrazo de despedida tan sincero y emotivo que me conmovió. Se habían conocido cuatro horas y media antes y ahora parecía que llevaban juntos toda la vida.
Es esa conversación en la que sientes que todo encaja, que todo fluye
Un amigo me dijo una vez que apenas un segundo basta para enamorarse de alguien. No sé si estoy muy de acuerdo. Un segundo de cruce de miradas puede bastar para la atracción, pero es solo el primer paso. Para enamorarse creo que lo más importante es tener una conversación o varias. Es esa conversación en la que sientes que todo encaja, que todo fluye. Y parece ser que no voy desencaminada con mi opinión. Hay varios estudios sobre este tema: “¿Cuánto tardan las personas en enamorarse?”. Parece ser que una media de 4 minutos de miradas es el tiempo necesario para notar esa atracción y notar que ese alguien puede encajar contigo como algo más que un amigo o amiga. Pero dando la razón a mi teoría, este mismo estudio afirma que para enamorarse es necesaria una conversación, y exactamente una conversación de 90 minutos. Según el estudio, con poco más de 90 minutos de conversación, dos personas pueden enamorarse. Eso sí, y también según este estudio, la charla debe ser íntima y sincera.
En definitiva, el amor no solo es cuestión de conexiones, también es cuestión de tiempos. Son 4 minutos para sentirse atraídos, 90 minutos para enamorarse y, visto en otro estudio, 6 meses para pasar de estar enamorado a amar.
Ese día en el tren, ellos dos tuvieron más de 90 minutos. Me imagino y espero que ahora están en la siguiente fase: del enamoramiento al amor y espero que les vaya bien. No he buscado ningún otro estudio sobre lo que normalmente es la siguiente fase. ¿Cuánto tiempo se necesita para olvidar a alguien? Lo buscaré. Porque en el amor todo es cuestión de tiempos.