Una pancarta en pos del colectivo LGBTI que contará con el primer piso de acogida de Andalucía para jóvenes en riesgo de exclusión social.
Una pancarta en pos del colectivo LGBTI que contará con el primer piso de acogida de Andalucía para jóvenes en riesgo de exclusión social.

Observo detenidamente las diferentes publicaciones que realizan las ONG que se dedican a erradicar las discriminaciones en torno al colectivo LGBTI y sólo me nace anunciar que han vuelto los comentarios olvidados.

Aquellos insultos que tanto daño nos han hecho. Han regresado, han resucitado. Reviso las publicaciones del Ayuntamiento de mí ciudad, Huelva, y compruebo que cuando se habla de personas inmigrantes, de nuevo, ante mi, aquellos comentarios olvidados.

Las decisiones tomadas a nivel autonómico, han sido decisiones legítimas, pero es igual legítimo desear que tuvieran consecuencias a nivel local. 

Recuerdo mí época en una clínica para superar la adicción, recuerdo todos y cada uno de esos momentos. No le deseo a nadie pasar por eso. Y ahora, recuperado, revivir de nuevo esos comentarios olvidados.

No tendría ni por qué estar aquí, podría dedicarme tan sólo a vivir. Pero sigo trabajando, la constancia siempre fue mi gran aliada. La perseverancia para resolver cada uno de los obstáculos.

Sé que nadie me espera en ciertos espacios, lo sé cuándo noto que todos y todas me conocen, cuando me afirman personas que no había visto en mí vida: ¿Tú eres Lucas?,  todas y todos saben de mi existencia. También es verdad, que en una ciudad tan pequeña, es fácil darse a conocer. Además no he parado de denunciar a través de las redes sociales y algún que otro periódico que en Huelva no se ha trabajado a nivel local nada en materia LGBTI.

No denuncio que en Huelva haya un problema por parte de sus ciudadanos y ciudadanas, la gente de Huelva son personas estupendas, yo también estoy enamorado de mi ciudad, denuncio que se nos ha ignorado a nivel local, y que los Ayuntamientos también tienen una responsabilidad que asumir en torno a esto, al igual que con las mujeres y las personas racializadas (es decir seres humanos a los que se les discrimina por no tener el aspecto de la inmensa mayoría). Algunas veces pienso, que no sé cómo se me ha ocurrido hacer algo así.

Qué casualidad que las únicas ciudades españolas en las que se está trabajando de forma efectiva y real son las ciudades gobernadas (al parecer por los y las radicales), dichos radicales, son los únicos que están trabajando de forma real y efectiva para que desaparezcan las desigualdades en las ciudades: Izquierda Unida y Podemos. Pero desde luego ellos y ellas no son mucho de vender una imagen. Os habla uno que tiene un arcoiris grabado en el iris, a to esto.

Con todo mi amor hacia aquellos que me han insultado a través de Facebook, un transexual choquero, que no se avergüenza de lo que es ni de lo que fue.

No, yo ya no tengo miedo.

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