Estos días los Beatles vuelven a ser actualidad por varios motivos. Para empezar, este fin de semana se estrenó la serie documental Get Back, disponible en Disney+. En ella, Peter Jackson ha reorganizado el metraje del Let It Be, incluyendo material inédito y un mejor desarrollo lineal y fidedigno de los hechos. El resultado: alrededor de 8 horas de documental dividido en tres partes, como no podría ser de otra manera viniendo del director del Señor de los Anillos. Y, en segundo lugar, ayer lunes 29 de noviembre, se cumplieron 20 años desde que tristemente falleció George Harrison. Sin embargo, este artículo no trata sobre ninguno de estos hechos.
Quizá este artículo vaya en la misma línea que cuando escribí sobre lo mal visto que estaba y el bullyng que suponía que te gustaran las películas de superhéroes en los primeros cursos de la ESO. Pues bien, con los Beatles me pasó exactamente lo mismo o incluso peor. Parecía que estaba mal visto escuchar música que tuviese más de seis meses de antigüedad, y quien lo hiciera y lo reconociese públicamente sería tachado de rarito y friki. Por los nombres parece broma, pero aquel primero de ESO empezó con el Wiki Wiki y terminó con el Waka Waka, y todo lo que se saliera de esa línea era automáticamente juzgado como una mierda.
Nunca me escondí y por eso me llevé ración doble de bullyng. En la biblioteca del instituto estaba la antología de los Beatles y fui a ojearla un par de veces. Todavía recuerdo a la chavala voluntaria que ayudaba en la biblioteca diciendo: ¿Que te gustan los Beatles? Vaya mierda. Obviamente, la reacción de los profesores era radicalmente opuesta. Ver a un niño pidiendo y leyendo la antología de los Beatles era una rareza de interés digna de estudio. Esto tenía doble filo, ya que si se te acercaba un profesor y mantenías una conversación con él sin haber hecho nada malo es que eras un pelota, por lo tanto: ración triple de bullying.
Han pasado más de 10 años de todo aquello y el resultado salta a la vista. Ya nadie se acuerda del wiki wiki, pero los Beatles, a cada día que pasa ganan más notoriedad. Y es que son toda una institución en la música. Aparte de su nuevo documental, hay que pensar en películas como Yesterday (2019), que demuestra que un mundo sin los Beatles sí que sería una mierda, o en la avalancha de tiktoks que hay ahora sobre los Beatles (aunque muchos de ellos con música de otra gente que no le hace justicia a la banda), o que la Universidad de Liverpool esté ofreciendo desde este año un máster en los Beatles. Puede que ahora estén mucho más naturalizados y que los fans de 12-13 años de hoy no sufran lo que me tocó. Aunque a un precio demasiado alto, el tiempo me ha dado la razón. Mientras cualquier otra cosa reciente ha envejecido fatal hasta el punto de desaparecer, los Beatles siempre permanecen. Los sigo escuchando hoy día y sé que los escucharé siempre.
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