Vista general del pleno del Ayuntamiento de Jerez.
Vista general del pleno del Ayuntamiento de Jerez. MANU GARCÍA

El pasado jueves tuvo lugar el pleno ordinario de enero en el Ayuntamiento, más de ocho horas de sesión telemática, en el que los representantes de los partidos a los que los jerezanos y jerezanas quisimos dar voz en nuestra ciudad se reúnen en el órgano de máxima representación política de la ciudadanía en el gobierno local, debaten las propuestas que cada uno plantea, pero no nos engañemos lo que a priori pudiera parecer un sesudo debate sobre el marco de acción del gobierno local en el ejercicio de sus competencias no siempre lo es.

Desde nuestra experiencia, no podemos dejar de decir que son muchas las horas de debate inerte sobre cuestiones en las que no se tiene capacidad de acción desde lo municipal y que únicamente sirve para reforzar las posiciones ideológicas de cada uno de los bandos del pleno, que, salvo sorpresa, ya son sabidas de antemano.

Si bien es cierto que una de las principales funciones del pleno es la de control y fiscalización de los órganos de gobierno municipal, y esto es algo capital ya que actúa como garante de nuestro sistema político, la propia organización del pleno relega esta tarea para el final de la sesión, con todo lo que ello implica, como el que no pueda llevarse a cabo una de las más importantes funciones del pleno por falta de tiempo después de horas de debate estéril, y sin esa capacidad de control y fiscalización ¿qué oposición puede hacerse?

Tenemos asumido que el peso de las decisiones recae en la Junta de Gobierno Local, que es quien hace y deshace dentro de lo que la ley le permite, y un poquito más, pero lo que en modo alguno es admisible, es que aquellas cuestiones que hayan sido abiertamente rechazadas por el pleno de la corporación municipal puedan ser “corregidas” por la Junta de Gobierno Local.

En septiembre fue llevado a pleno la encomienda de gestión del agua de las ELAs de Torrecera, Estella y Guadalcacín al Ayuntamiento de Jerez, presentándose que la asunción de esa gestión por parte del Ayuntamiento de Jerez era la única y mejor manera para prestar el servicio a los vecinos de las ELAs ante una, al parecer, “imposibilidad manifiesta” por parte de las ELAS de prestar el servicio por si mismas, y ya de paso adjudicar directamente la gestión de dicho servicio al Sancta Sanctorum del gobierno municipal, que no es otro que la todopoderosa Aqualia.

El PSOE se quedó solo en esa votación, ningún otro grupo municipal del pleno voto a favor de esa encomienda/adjudicación directa. Desde Podemos consideramos entonces, y seguimos considerando ahora que la adjudicación directa de este, o cualquier otro servicio, a una empresa sin observar la obligada concurrencia en la contratación, y los demás requisitos que la ley de contratación pública exige, es un atropello.

Pudiera parecer que con el rechazo del pleno las aspiraciones del gobierno local de entregar a Aqualia la gestión del agua en las ELAs habría caído en saco roto, pero nada más lejos de la realidad, el PSOE consideró que el pleno se había “confundido”, y tirando de Junta de Gobierno Local en sesión de 21 de enero “corrigió” la situación y adjudicó la gestión del agua de Torrecera a Aqualia, eso sí de manera provisional.

No se trata solo de desentrañar las sombras de la trama del agua en Jerez, en la que es encomiable la lucha de diferentes colectivos que siempre va a encontrar a Podemos a su lado, sino de poner el foco en los modos del actual gobierno municipal.

El pleno municipal es el órgano en el que están representadas todas las sensibilidades políticas de la ciudad, y con mayor o menor acierto, cada uno de los representantes que los jerezanos y las jerezanas elegimos para que estuvieran allí, han de defender lo que a su juicio es mejor para Jerez, y el gobierno de turno no puede soslayar la importancia del pleno “corrigiendo” sus decisiones porque no concuerden con sus planes.

El debate no ha terminado, la decisión tomada en Junta de Gobierno Local tendrá que ser sometida a la consideración del pleno. Podemos Jerez se mantendrá en su compromiso de defensa de la gestión pública del agua, pero ¿qué más podemos esperar de este gobierno?

Vivimos una de las situaciones más complicadas que jamás hubiéramos soñado vivir, es hora de repensarnos como sociedad y como sistema, y hemos de repensar también el modo en que funcionan nuestras instituciones y evitar funcionamientos anomalos, y es momento también de que quienes no tienen claro sus posiciones en defensa de lo público hagan examen de conciencia de porque dicen una cosa y hacen lo contrario, no se puede usar la defensa de lo público como un eslogan para llenar una campaña electoral, el compromiso ha de demostrarse cuando toca tomar decisiones, nosotros lo tenemos claro, podremos equivocarnos en muchas cosas pero no de bando.

Diana Molares es portavoz de Podemos Jerez.

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